Quizás haya sido el mensaje de inclusión y celebración de la vida más grande del mundo. Bajo el lema de la ‘discordia a la Concordia’, la ceremonia de apertura de los XVII Juegos Paralímpicos de París 2024 (28 agosto – 8 septiembre), celebrada este miércoles en la icónica Plaza de la Concordia, ha sido un evento histórico lleno de emoción, simbolismo y creatividad. Por primera vez, la ceremonia no tuvo lugar en un estadio, sino en un espacio público al aire libre, lo que permitió a miles de personas disfrutar del espectáculo en el corazón de París.
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Alexander Ekman fue el director artístico y Thomas Jolly el coreógrafo cuyo mensaje al mundo fue poético y sensible, el de la exposición de «una paradoja entre una sociedad que pretende ser inclusiva pero que también, en ocasiones, sigue llena de prejuicios hacia las personas con discapacidad». Uno de los momentos más elegantes de la ceremonia fue cuando unas piraguas ideadas sobre un mar alrededor del obelisco eran empujadas por remos de muletas. Símbolo del esfuerzo extra que el movimiento paralímpico realiza, al tiempo que el resto de la sociedad mira. Hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que alrededor de 1.000 millones de personas, aproximadamente el 15% de la población mundial, viven con algún tipo de discapacidad. De estos, unos 190 millones de personas (3,8%) experimentan dificultades significativas para vivir.
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La ceremonia comenzó con un desfile de las 168 delegaciones que participarán en estos Juegos Paralímpicos, encabezadas por Francia, el país anfitrión. Cada delegación fue recibida con una ovación del público que abarrotó la Plaza de la Concordia, que celebró la diversidad y la inclusión, valores centrales de los Juegos Paralímpicos. Los atletas entraron en una atmósfera vibrante, con música en vivo y luces que iluminaban la histórica plaza.
El evento fue un espectáculo visual, con proyecciones en los edificios circundantes y un impresionante despliegue de drones que formaron símbolos icónicos de los Juegos Paralímpicos en el cielo nocturno de París. El arte y la tecnología se unieron para contar la historia del movimiento paralímpico, destacando su evolución y su impacto global.
«La más bella de las revoluciones»
«Estén tranquilos, esta noche no toca la toma de la Bastilla ni la guillotina, sino que empieza la más bella de las revoluciones: la Paralímpica», señaló Tony Estanguet, presidente del Comité Organizador de París 2024. «Queremos mostrar que la diferencia nos hace más bellos y más fuertes», añadió Andrew Parsons, presidente del Comité Paralímpico Internacional, para dar entrada a los Juegos Paralímpicos que serán los más mediáticos de la historia. Sólo la ceremonia de inauguración congregó a 300 millones de telespectadores en todo el mundo.
What a moment for Nantenin Keita, Charles-Antoine Kouakou, Fabien Lamirault, Elodie Lorandi and Alexis Hanquiquant 🔥#Paralympics pic.twitter.com/vW7zMlIQ9y
— Paralympic Games (@Paralympics) August 28, 2024
El momento culminante de la noche fue el encendido del pebetero paralímpico, el globo que tanta fama cogió durante los Juegos Olímpicos, que fue llevado a cabo por un grupo de destacados atletas paralímpicos franceses, simbolizando el esfuerzo colectivo y la unidad. La llama, visible desde varios puntos de la ciudad, será un recordatorio constante de la celebración del deporte y la superación personal durante las dos semanas de competición.
LA RESPONSABILIDAD DE PARÍS
La ceremonia no solo marcó el inicio de los Juegos, sino que también dejó un mensaje claro: París 2024 será recordado no solo por la excelencia deportiva, sino también por su compromiso con la accesibilidad y la sostenibilidad. La capital francesa se presentó como un ejemplo de cómo una ciudad puede adaptarse para acoger a todos, independientemente de sus capacidades.
La ceremonia, en definitiva, combinó tradición, modernidad y un fuerte mensaje de inclusión. Los Juegos Paralímpicos de París 2024 arrancaron con la promesa de ser un evento que inspirará al mundo entero.
