“Hoy ganó el fútbol. Hoy, estos jóvenes se van llenos de emociones, de sentirse protagonistas de una final pocas veces vista. Quiero, al mismo tiempo, felicitar a la selección francesa. Nos hicieron sufrir mucho, jugaron sus cartas y buscaron el gol hasta el final, sin tregua, sin pausa y tuvimos que plantarnos con carácter dentro del campo porque nuestro adversario nos complicó demasiado”. Santi Denia, flamante campeón olímpico de fútbol en los JJOO de París 2024 desde el banquillo, lideró la victoria de España ante Francia por un agónico 5-3 que se decidió en la prórroga.
[Las siguientes sedes dónde se celebrarán los Juegos Olímpicos tras París 2024]
La deportividad de Santi Denia en sus palabras tras este épico choque recuerda el escenario en el que se encontraba. Unos Juegos Olímpicos que lejos de enfrentar a forofos, es un caldo de cultivo del deporte ejemplar. Prueba de ello, pese a la tensión del partido, es que los hinchas de ambas selecciones abandonaron raudamente el Estadio Parque de los Príncipes y la alegría de unos no era impedimento para que se fundieran en un abrazo franceses y españoles. No importó el triunfo de unos y la derrota de otros, aquí primaron los valores del olimpismo.
HENRY FELICITÓ A DENIA NADA MÁS TERMINAR
Hay algo que tienen los Juegos Olímpicos: las banderas se juntan, se entrelazan, los turistas se mezclan con el publico en general y se respira un ambiente extraordinario y limpio. Otro protagonista que alimentó este espíritu deportivo fue el legendario Thierry Henry, técnico de los franceses, quien una vez terminado el partido lo primero que hizo fue a felicitar al entrenador español, demostrando su clase y jerarquía en los momentos de la derrota, además de sentenciar su visión de la definición por el oro olímpico: “España en varios pasajes fue más que nosotros. Tuvimos dos ocasiones al final y no pudimos porque su portero dijo que «no», pero me quedo con un partido que será comentado durante mucho tiempo y, quizás, pasará otro largo periodo para volver a tener un partido tan exigente y dramático hasta el final”.
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Seguramente, en España se recuerde más que en Francia por el desenlace final y porque habían pasado 32 años desde que la Selección española ponía patas abajo el Camp Nou con un oro olímpico que sería por aquel entonces la mayor hazaña en la historia del fútbol español a nivel de selecciones. Aún se le guarda cariño a ese triunfo y sigue siendo uno de los mayores éxitos, aunque en las últimas fechas ha de compartir protagonismo. Ningún jugador de la España que este viernes ganó, había nacido cuando Kiko metió el gol que dio el oro en Barcelona.
La Selección española de fútbol masculina, actualmente, es la campeona olímpica, campeona de la Liga de las Naciones y campeona de Europa (además, las chicas son campeonas del Mundo) y son considerada la mejor cantera de Europa siendo campeones de diferentes categorías. Santi Denia lo sabe y sin contar con estrellas Sub-23 como Lamine Yamal o Nico Williams ha logrado que el fútbol vuelva a subir a lo más alto de un podio olímpico, y en una ya histórica final donde se sacó brillo al cajón de los valores olímpicos -durante y después del partido-.
