La ciudad de Riyadh, capital de Arabia Saudí, será nuevamente el escenario de una lucha épica entre Oleksandr Usyk y Tyson Fury, en un combate que promete reavivar la rivalidad de su enfrentamiento de hace siete meses. Aunque el boxeo no parece estar en el centro de atención de los habitantes locales, el duelo por los títulos mundiales de peso pesado genera expectativas a nivel internacional.

La reciente asignación de la Copa del Mundo 2034 a Arabia Saudí y la creciente inversión del país en eventos deportivos -incluyendo el Rally Dakar que arranca en un par de semanas– reflejan una estrategia clara para posicionarse como un centro global del deporte. Aun así, el boxeo todavía parece un desconocido para muchos, con un reconocimiento limitado incluso de figuras como Usyk y Fury.

ENTRENAMIENTOS ABIERTOS EN UN ESCENARIO SURREALISTA

El miércoles, los dos gigantes del peso pesado participaron en un entrenamiento abierto en Boulevard World, un parque de atracciones en las afueras de la ciudad. Entre pirámides falsas y una enorme esfinge, los luchadores realizaron sesiones ligeras de ejercicios, en un entorno que contrastaba con la intensidad que se espera en el cuadrilátero.

Tyson Fury mostró un enfoque más sereno y concentrado que en su combate anterior. Aunque ocasionalmente recurrió a su característico humor, describiendo a Usyk como un «conejo que va a cocinar», sus palabras reflejan una determinación renovada: «Dolor», «daño» y «sufrimiento» fueron las únicas declaraciones que ofreció al finalizar su rutina.

USYK, UN CAMPEÓN QUE GUSTA

Por su parte, Oleksandr Usyk combinó su habitual carisma con la seriedad de un campeón. En el entrenamiento bromeó con que es mejor bailarín que boxeador, pero su historial y su disposición a soportar sacrificios muestran la profundidad de su compromiso. Usyk entiende las exigencias del deporte y enfrenta cada desafío con una mezcla de humor y determinación.

Ambos luchadores son figuras complejas, pero igualmente talentosas. Fury, a menudo autodenominado como un hombre que solo conoce el boxeo, posee una inteligencia evidente que lo convierte en un oponente formidable. Usyk, por otro lado, encarna la disciplina y el sacrificio que definen a un campeón de élite.

Con estos ingredientes, Riyadh será testigo de uno de los enfrentamientos más esperado en la historia actual del boxeo.