El comisionado del PGA Tour, Jay Monahan, ofreció un discurso en el Arnold Palmer Invitational de este fin de semana sin casi referirse a las estancadas conversaciones de unificación entre el PGA Tour y el circuito LIV Golf, respaldado por Arabia Saudí. Este «elefante en la habitación» sigue siendo un tema espinoso que Monahan parece evitar, prefiriendo hablar de innovación, socios corporativos y compromiso con los fans, temas que muchos consideran irrelevantes frente a la magnitud del conflicto.
Desde el anuncio del acuerdo marco entre el PGA Tour y el Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudí el 6 de junio de 2023, el entusiasmo inicial se ha desvanecido. Las reuniones recientes, incluida una en la Casa Blanca en febrero, no han logrado avances significativos, y figuras como Rory McIlroy han dejado claro que un acuerdo de paz no está más cerca de concretarse.
TENSIONES ENTRE PGA TOUR Y EL FONDO SAUDÍ
Yasir Al-Rumayyan, gobernador del PIF, ha expresado su descontento con el trato recibido en las negociaciones. Para Al-Rumayyan, LIV Golf tiene un valor personal inmenso, y la idea de relegarlo a un papel secundario en beneficio del PGA Tour es inaceptable. Además, el PIF no está dispuesto a financiar la nueva entidad PGA Tour Enterprises sin tener control sobre cómo se gastará el dinero, lo que complica aún más las negociaciones.
Mientras tanto, el PGA Tour enfrenta un desafío adicional con la pérdida de grandes nombres que ahora compiten bajo la bandera de LIV Golf. Durante el Players Championship, el evento insignia del PGA Tour, figuras como Jon Rahm, Bryson DeChambeau, Cameron Smith y Brooks Koepka estarán en Singapur jugando para LIV. Esto no solo afecta el perfil del PGA Tour, sino que también ha llevado a que muchos jugadores de LIV desaparezcan del radar público, convirtiéndose en figuras secundarias.
EL DILEMA DE MONAHAN
Monahan se encuentra en una encrucijada. Puede intentar apaciguar a los saudíes o apostar por la capacidad del PGA Tour para prevalecer contra LIV Golf. Sin embargo, cualquier intento de reconciliación enfrenta obstáculos legales y contractuales, ya que los jugadores de LIV están bajo acuerdos vinculantes. Además, dentro del PGA Tour, muchos jugadores no aceptarían fácilmente el regreso de golfistas que desertaron a LIV, lo que añade una capa de complejidad al posible escenario de reintegración.
Por otro lado, el futuro de la gira europea, el DP World Tour, también está en el aire. Se especula que Arabia Saudita podría buscar un acuerdo en Europa si las diferencias con el PGA Tour en Estados Unidos resultan insalvables. Esto deja a la gira europea en una posición de incertidumbre, dependiendo de decisiones que están completamente fuera de su control. Con pocas soluciones claras a la vista, el golf profesional parece destinado a continuar dividido.
