League One Volleyball (LOVB) no es una liga tradicional. Su modelo sigue el enfoque europeo, construyendo desde las bases hacia la élite. Actualmente, cuenta con 66 clubes repartidos en 26 estados, con más de 14,000 atletas en formación, lo que asegura un flujo constante de talento hacia la liga profesional.
En enero, seis equipos darán inicio a la competencia profesional, un paso crucial para un deporte que, a pesar de su popularidad en las escuelas y universidades estadounidenses, no contaba con una liga nacional sostenible. Según Katlyn Gao, cofundadora y directora ejecutiva de LOVB, el objetivo siempre ha sido aprovechar el potencial del voleibol femenino para crear un movimiento que inspire tanto a jugadores como a aficionados.
INVERSIONES QUE MARCAN LA DIFERENCIA
El crecimiento de los deportes femeninos no solo se refleja en la creación de LOVB, sino también en el respaldo financiero que ha recibido. Michele Kang, propietaria del Washington Spirit, recientemente comprometió $30 millones a U.S. Soccer, destacando la importancia de brindar a las atletas los recursos necesarios para sobresalir.
Kang y otros inversionistas como Kevin Durant han subrayado que los deportes femeninos han sido históricamente subestimados, y este nuevo interés financiero representa un cambio significativo. Para Gao, estas inversiones son una señal de que la industria deportiva está empezando a valorar verdaderamente el talento y el impacto de las mujeres en el deporte.
UN MERCADO EN CRECIMIENTO
El interés por los deportes femeninos ha crecido de manera exponencial. Un informe reciente de The Collective estima que las valoraciones de equipos en la WNBA y la NWSL aumentarán en $1.6 mil millones durante los próximos tres años. LOVB busca posicionarse como un pilar dentro de esta ola de desarrollo.
Gao destacó que, cuando la idea de LOVB nació hace cinco años, el panorama era completamente distinto. Hoy, el voleibol no solo atrae a más de 400,000 niñas en programas escolares, sino que también llena estadios, como lo demostró el reciente récord de asistencia de 92,000 personas en un partido universitario en Nebraska.
UN FUTURO SIN LIMITACIONES
Una de las ventajas clave de LOVB es que, al no existir una liga masculina de voleibol de sala en Estados Unidos, el proyecto ha tenido la libertad de innovar y desarrollar su propia identidad. Esto le ha permitido centrarse exclusivamente en lo que mejor funciona para el deporte femenino.
«Estamos creando algo único», afirmó Gao. «Nuestra conexión con las bases no solo fortalece nuestra estructura, sino que también asegura que estamos en el camino correcto para construir una liga sostenible y exitosa». Con el respaldo de grandes inversiones y una visión clara, LOVB está preparada para transformar el voleibol femenino en un referente global.
