Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 deberán buscar una nueva sede para las competencias de voleibol de playa tras la retirada oficial de Santa Mónica, ciudad emblemática para este deporte. A pesar de su peso simbólico y su papel clave en la candidatura original presentada ante el COI, la ciudad anunció esta semana el término de las negociaciones con el comité organizador LA28, tras no alcanzar un consenso sobre temas financieros y comunitarios.

“Nos habría encantado recibir el voleibol de playa en 2028. Es una decepción, pero seguimos comprometidos con el éxito de los Juegos en nuestra región”, señaló la alcaldesa Lana Negrete. Un informe financiero encargado por la ciudad reveló que albergar el evento generaría un déficit de 1,45 millones de dólares, mientras que no hacerlo permitiría una ganancia estimada de más de 10 millones. Este análisis fue determinante para que las autoridades priorizaran otras necesidades locales, como la vivienda asequible, la seguridad y el fortalecimiento de servicios públicos.

El concejal Dan Hall destacó que Santa Mónica aún tiene la posibilidad de beneficiarse de los Juegos a través de otras vías, como reservas hoteleras, paquetes de hospitalidad y eventos paralelos. Sin embargo, la decisión de no acoger la disciplina ha cerrado un capítulo importante para la ciudad, que en su momento aspiraba a construir un estadio temporal con vista al muelle y la icónica noria como telón de fondo.

Posibles alternativas
Ante este escenario, LA28 ha puesto la mirada en otras ciudades costeras. Long Beach y Huntington Beach, ambas con experiencia en eventos deportivos internacionales, han mostrado interés en ser sede del voleibol de playa olímpico. Huntington Beach, que espera organizar las competencias de surf, podría ampliar su presencia olímpica si acoge también esta disciplina. En tanto, Long Beach apuesta por albergar múltiples deportes, como balonmano y canotaje, aprovechando instalaciones ya existentes.

Mientras se define la nueva sede, el comité organizador deberá equilibrar la logística, los costos y la conexión emocional que representaba Santa Mónica, epicentro histórico del voleibol de playa y símbolo del estilo de vida californiano que LA28 busca proyectar al mundo.