El llanto desconsolado de Mathias Lessort tras una de las jirafas del Uber Arena de Berlín reflejaba a la perfección el sentir del Panathinaikos en ese momento. Las lágrimas no eran de tristeza, más bien de profunda felicidad para una de las grandes figuras de un equipo que volvía a la gloria europea luego de 13 años. El resto de sus compañeros celebraba desparramado en el terreno de juego. Y no era para menos, el conjunto griego remontaba la final ante el Real Madrid y conseguía así su séptimo título de la Euroliga.
La remontada fue trabajada a pulso y matemáticamente estudiada por el técnico Ergin Ataman. El PAO cortó los circuitos del equipo más ganador de Europa, los sacaba de quicio y les obligaba a tomar tiros difíciles que no conseguían entrar al aro. De ir 14 puntos abajo, a una sobresaliente segunda mitad que dejó sin recursos a un Real Madrid que se vio apretado y sin ideas. Sorprendidos tal vez ante un equipo que se trabajó minuciosamente. No solo en esta final que terminó 80-95 a su favor, sino que desde principio de temporada con cambios claves para dejar atrás un 2022-2023 para el olvido en la principal competición de clubes del continente.
Panathinaikos hoy es campeón de Europa. Indiscutible y elogiable. Pero para llegar a eso hubo un camino de negociaciones y fichajes clave para dejar atrás la temporada anterior, en la que en el mismo torneo finalizaron penúltimos. Limpieza importante y caras nuevas. Una nueva mezcla cuyos ingredientes eran ganadores, finalistas, ex NBA y, sobre todo, ambición por cambiar la historia.
Y es que un equipo tan grande no podía estar tan abajo. La renovación partió por quien fue el capitán que levantó la Euroliga en Berlín. Kostas Sloukas, quien ante el Real Madrid firmó un partidazo de 24 puntos, pasó desde el Olympiacos al Panathinaikos. Del odio al amor. De un clásico al otro. Y rumbo a la revancha también, pues fue parte de aquel equipo que no pudo en la final del torneo anterior ante los mismos españoles que esta vez no pudieron detenerle.
La renovación fue tal que se construyó alrededor de Sloukas un equipo de súper estrellas. Kendrick Nunn brilló con luz propia en Berlín, en un paso a la gloria para el estadounidense que vio cerradas sus posibilidades en la NBA tras alcanzar a disputar 193 partidos entre Miami, Los Lakers y los Wizards, y que vivió junto a los verdes su primera experiencia «over seas». Lo mismo con Juancho Hernagomez, en el retorno a Europa para el formado en el Estudiantes de Madrid, quien desde 2016 hasta 2023 estuvo en el vistoso baloncesto norteamericano.
Y así, cada uno en lo suyo. Minutos más o menos, pero todos tuvieron alguna importancia en el título. Lo podrá decir el argentino Luca Vildoza, quien de criticado por el propio Ataman, pasó a sumar 13 minutos en la final ante Real Madrid y siendo clave en la marca de su compatriota Facundo Campazzo.
Kostas Antetokounmpo también es parte de los buenos ejemplos. Aunque ya lleva años en el baloncesto europeo, es uno de los que estuvo en la NBA y que concentró atención durante la Euroliga. Ni más ni menos que su hermano Giannis estuvo junto a él en la definición de Berlín.
El Panathinaikos se tituló campeón de Europa y el experimento, las piezas justas y bien aceitadas con un técnico eficiente, dieron paso a la hazaña que en Grecia seguramente nunca podrán olvidar.
The 2023-2024 Champions are @paobcgr 🏆
An unbelievable season from the Greens ☘️#F4GLORY pic.twitter.com/tQqygKAJnu
— Turkish Airlines EuroLeague (@EuroLeague) May 26, 2024
