El ruso Alexei Molchanov ha vuelto a escribir su nombre en la historia de la apnea. En los AIDA World Championships, que se celebran esta semana en Limassol (Chipre), el buceador ha alcanzado nada menos que 126 metros en 4 minutos y 46 segundos, una marca que supone un nuevo récord mundial en la disciplina de inmersión libre. SportsIn ha tenido la oportunidad de charlar con él y conocer de primera mano sus impresiones y también su lado más personal.
“Hoy fueron 126 metros en 4 minutos y 46 segundos”, explicaba Molchanov tras salir del agua a SportsIn, aún con la emoción del logro. El ruso recalcó que en un campeonato del mundo la prioridad es la medalla de oro: “No siempre puedes hacer récord y ganar la medalla. Lograr las dos cosas a la vez es la mejor combinación”.

Alexey Molchanov. (Photo: AIDA)
La plusmarca desplaza a registros previos que compartía con el francés Arnaud Jerald en distintas federaciones. Esta vez, Molchanov lo hizo en el marco más exigente: un mundial AIDA. Y es que este campeonato, organizados por la Asociación Internacional para el Desarrollo de la Apnea (AIDA), es la cita de referencia de este deporte y reúnen a los mejores especialistas del planeta.
Dos décadas en Chipre
Molchanov conoce bien el escenario de esta gesta. “Mi primera competición en Chipre fue en 2004, cuando tenía 17 años. No podía competir aún, vine con mi madre y recuerdo que hice inmersiones de 30 metros. Desde entonces he estado aquí más de cinco veces”, recordó. Para él, el Mediterráneo oriental es casi un talismán: aguas tranquilas, sin corrientes, que permiten preparar cada bajada con la máxima concentración.
El ruso destacó el papel del equipo organizador de AIDA: “Conozco a la mayoría del equipo de seguridad y confío en ellos. Si no estoy seguro, no puedo llegar a mi límite. Aquí sé que la ayuda está cerca y eso es esencial”. Según Molchanov, hay tres factores que necesita para dar lo mejor de sí: “Confiar en el océano, confiar en el equipo de seguridad y confiar en mis habilidades del día”.

Alexey Molchanov (Photo: Salva La Vigna)
«La apnea tiene potencial para ser olímpico»
A sus 38 años, Molchanov no solo piensa en récords. Está convencido de que el freediving debe aspirar a ser olímpico: “Ya participamos en los World Games en China y el público respondió muy bien. El deporte tiene potencial para estar en los Juegos Olímpicos”. También reivindica que haya más participación amateur: “No se trata solo de récords. Cualquiera puede disfrutar a 10 o 20 metros. La apnea enseña a controlar el sistema nervioso, a gestionar el estrés y eso es útil para la vida”.
Molchanov heredó la pasión por el mar de su madre, Natalia Molchanova, leyenda de la apnea y artífice de una metodología de enseñanza que sigue vigente. “Ella creó un sistema educativo para niños. Yo ahora lo continúo con programas para adolescentes, con juegos y técnica más que con resultados máximos, siempre con seguridad”. En la actualidad, su escuela cuenta con más de 100 instructores en todo el mundo y 2.000 entrenadores para adultos.
Una vida entre Moscú y Miami
En lo personal, el campeón mundial reparte su tiempo entre competiciones, entrenamientos y docencia. Vive parte del año en Moscú y otra en Estados Unidos, donde tiene base en Miami, Florida. Allí prepara eventos como el “Gulf Stream Challenge” y nuevas aperturas de escuelas.
Molchanov confiesa que lo que más le atrae del freediving es el silencio: “En una inmersión profunda no hay tiempo para pensar, solo estás en el momento actual. Es una sensación de paz y de libertad”. Y concluye: “La competición es solo un 1% de la apnea. El resto es disfrutar del océano, explorar y ser embajadores del mar”.




