Cada 6 de febrero, Tailandia y la comunidad internacional conmemoran el día nacional del muay thai, una festividad establecida en honor al rey Sanphet VIII, conocido popularmente como el ‘Rey Tigre’ (Phra Chao Suea). La fecha marca su ascenso al trono en 1703 como el monarca número 29 de Krung Sri Ayutthaya y resalta su pasión por esta disciplina, en la que llegó a participar disfrazado de plebeyo para demostrar sus habilidades.
Considerado uno de los combatientes más talentosos de su tiempo, el ‘Rey Tigre’ contribuyó a consolidar el muay thai como un arte marcial de gran relevancia en la cultura siamesa. A través de los siglos, esta práctica evolucionó desde un método de combate militar hasta convertirse en un deporte global con millones de seguidores.
CELEBRACIÓN DE INCLUSIÓN Y TRADICIÓN
Para organismos como la Federación Internacional de Muaythai Amateur (IFMA) y el Consejo Mundial de Muaythai (WMC), el día nacional del muay thai representa mucho más que un homenaje histórico. Su importancia radica en la difusión de valores como la inclusión, la no discriminación y el orgullo cultural.
Con profundas raíces en la historia de Siam, esta disciplina ha trascendido las fronteras de Tailandia para consolidarse como un fenómeno deportivo global. Hoy en día, se reconoce no solo por su eficacia en el combate, sino también por sus beneficios en la salud física y mental.
EL MUNDO UNIDO POR EL MUAY THAI
Actualmente, 152 federaciones nacionales y millones de practicantes celebran el lema «One World, One Muaythai». Esta filosofía une a aficionados, entrenadores y atletas profesionales en torno a la preservación y promoción de esta disciplina.
Desde los legendarios Ajarns hasta los competidores contemporáneos, el muay thai sigue siendo una tradición viva que se transmite de generación en generación. Para sus practicantes, representa un camino de superación personal, confianza y respeto, valores que continúan definiendo su esencia.