Del 29 al 7 de julio, las mejores selecciones en la categoría Sub17 de baloncesto masculino competirán para intentar destronar a los Estados Unidos, quienes en las 7 ediciones anteriores se han quedado con el primer puesto de esta Copa del Mundo de FIBA, agigantando el poderío norteamericano entre los menores.
Es imposible sustraerse y no referirnos a la ciudad mágica de Estambul, la próxima estación de 256 jóvenes baloncestistas de 16 países, incluida la selección de Turquía, que se clasificó por derecho propio para el evento más importante en esta división de proyección.
Estambul tiene un encanto atemporal, su prodigiosa historia y su permanente actividad económica se debe a su posición en el mapa entre dos corrientes de civilización: la del Mar Mediterráneo al Mar Negro y la de Europa a Asia. Los participantes de la Copa del Mundo U17 quedarán alucinados con la belleza de la plaza de Sultanahmet desde donde se pueden ver fácilmente dos de sus monumentos más importantes: Hagia Sophia o Santa Sofia, la famosa basílica del siglo VI y, la mezquita Sultanahmet, también conocida como la mezquita Azul.
Estambul tiene una gran tradición con el deporte, particularmente con fútbol y el baloncesto, este último con una federación sólida y robusta, protagonista de mundiales adultos y también juveniles, en la actualidad presidida por Hidayet Turkoglu, el primer baloncestista turco elegido para el mejor quinteto de rookies de la NBA en su época.
Este alero de 2,08 metros fue elegido en 2016 para la presidencia de la Federación de Baloncesto de Turquía y, entre las primeras medidas que tomó, fue desistir de la postulación de la Copa del Mundo proyectada para el año 2023, señalando que su “trabajo estará enfocado prioritariamente en los jóvenes, tenemos que ser capaces de ir a las bases, ahí están los talentos, pero desafortunadamente, nos quedamos sólo en la élite. Mi visión y también traspasando las vivencias personales, creo que en un futuro próximo podemos aspirar a un mundial adulto, pero antes iremos por los jóvenes”, sentenció en ese entonces. El tiempo y la experiencia propia de Hidayet Turkoglu le ha dado la razón y hoy van por un objetivo mayor: ser protagonistas de esta Copa del Mundo U17, no sólo participar en esta categoría, sino competir al más alto nivel.
LOS GRUPOS
El grupo C -donde está Turquía- lo completa Argentina, Italia y Nueva Zelanda y el seleccionado turco aspira a pasar de momento a los octavos de final.
La sede de Estambul cumple con todos los requisito: es un escenario de primer nivel, fue observado en febrero de este año por los miembros de la Comisión de Seguimiento de FIBA y el nivel de expectativas del propio presidente de la Federación Mundial de Baloncesto, el qatarí Alí Al Thani, lo expresó públicamente: “Estambul es una sede maravillosa, cumple con los más altos estándares de organización y de escenarios deportivos. Pero, además, es una ciudad que alberga grandes eventos deportivos y es motivo de orgullo que estos jóvenes no sólo compitan, sino también conozcan de la historia de Turquía y se lleven los mejores recuerdos, porque esas oportunidades son únicas en estas edades”.
La Copa del Mundo U17, se viene con todo, incluido el Grupo A con España, Lituania, Filipinas y Puerto Rico. El Grupo B lo animarán Estados Unidos, China, Francia y Guinea y el Grupo D lo protagonizarán Egipto, Alemania, Canadá y Australia. Sólo queda esperar, las apuestas se abren para los favoritos, según el último mundial del 2022, en Málaga, EEUU irá por una inédita marca su octavo mundial consecutivo… y España con la intención de derribar al gigante.
Estambul será el lugar donde las estrellas del mañana brillan en el escenario internacional, la ciudad mágica está ávida de un evento como este, el sueño y la apuesta de Hidayet Turkoglu se hará realidad. Este es el primer paso para sentar las bases de un deporte que predomine en el tiempo, donde jóvenes de diferentes latitudes del mundo compitan y se alimenten de las mejores experiencias y sean capaces de plasmar cada momento en sus mentes para que en el futuro próximo este punto de encuentro sea una gran motivación para seguir creciendo.