Desde que Ilgar Rahimov asumió la presidencia de la Federación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA) en julio de 2023, la organización ha iniciado un ambicioso proceso de reforma para superar años de mala gestión, falta de transparencia y ausencia de patrocinadores. En sus primeras declaraciones como presidente, Rahimov se comprometió a transformar una institución en crisis, y, 14 meses después, los retos siguen siendo enormes.
Uno de los principales problemas heredados, según Rahimov, era la confusión entre las funciones de gobernanza y gestión. «Los elegidos no solo determinaban la política, también la implementaban, lo que afectaba la transparencia», explicó en una charla durante este fin de semana. La falta de un sistema financiero adecuado, sin auditorías ni registros contables formales, dejó a IBSA sin patrocinadores ni confianza por parte de los miembros y aficionados.
AVANCES EN LA GESTIÓN
En poco más de un año, Rahimov ha establecido cambios significativos en la estructura organizativa de IBSA. Por primera vez, la entidad cuenta con un director ejecutivo y un equipo de gerentes especializados en áreas clave como deportes, clasificación, antidopaje, finanzas, medios y marketing. Además, se han llevado a cabo seis reuniones periódicas de la junta, marcando un giro hacia una toma de decisiones colegiada y transparente.
«Hoy todas las decisiones en IBSA se toman de manera colectiva», afirmó el presidente. Este enfoque ha permitido sentar las bases para la reestructuración completa de la federación, incluyendo la redacción de una nueva constitución y una mayor independencia para los comités deportivos.
CLASIFICACIÓN: EL «TALÓN DE AQUILES» DE IBSA
Uno de los temas prioritarios para Rahimov ha sido la reforma del sistema de clasificación, un pilar fundamental del movimiento paralímpico. “La clasificación era un caos, y lo llamé públicamente el talón de Aquiles de IBSA”, comentó. Desde reuniones con el Comité Paralímpico Internacional (IPC) hasta la preparación de un nuevo equipo de clasificación, los esfuerzos buscan garantizar un deporte limpio y justo.
El IPC ha propuesto centralizar el sistema de clasificación ocular, una medida que IBSA apoya plenamente. «Estamos eliminando la desconfianza en nuestros deportes y creando condiciones para competiciones justas», añadió Rahimov, señalando avances positivos antes de los Juegos Paralímpicos de París 2024.
PLANES FUTUROS Y LOS JUEGOS IBSA
IBSA tiene entre sus prioridades la organización de los próximos Juegos Mundiales en 2027, incluyendo nuevas disciplinas como natación y atletismo para ciegos. Además, se espera anunciar los anfitriones para 2031 y 2035, garantizando la continuidad de estos eventos.
“Estos fueron unos grandes Juegos en París”, expresó Rahimov, elogiando el éxito de las competiciones de goalball, fútbol para ciegos y judo. Con una asistencia récord y estadios llenos, el evento dejó claro el impacto de los atletas paralímpicos. Ahora, la atención se centra en los Juegos de Los Ángeles 2028, con el objetivo de seguir inspirando al mundo a través del deporte.
HACIA UNA IBSA RENOVADA
El camino hacia una IBSA moderna no está exento de desafíos, pero Rahimov se muestra optimista: «Hemos logrado mucho, pero queda mucho por hacer«. Con la vista puesta en 2025, cuando se adoptará una nueva constitución, la federación busca consolidarse como un modelo de transparencia y profesionalismo en el deporte para ciegos.
La transformación de IBSA no solo será un ejemplo para otras organizaciones deportivas, sino también un testimonio del poder del deporte para unir, inspirar y trascender las barreras.