Carlos Sainz, leyenda del rally y padre del actual piloto de Fórmula 1 del equipo Williams, ha confirmado que contempla postularse a la presidencia de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en las elecciones que se celebrarán en diciembre. La posibilidad de que deje los rallies para asumir un rol directivo representa un giro en su carrera de más de cuatro décadas, con la intención de aportar desde otra vereda al automovilismo. Aunque su candidatura aún no está formalizada, el madrileño ya cuenta con el respaldo de referentes del mundo motor y ha expresado su visión de una FIA más cercana, empática y transparente.

En paralelo a esta reflexión sobre su futuro, Sainz continúa activo en la competición, preparando las siguientes pruebas del Campeonato Mundial de Rally Raid y trabajando en el desarrollo técnico de su coche. No descarta participar en el próximo Dakar, lo que podría marcar su última carrera antes de pasar a la dirigencia. A su eventual equipo de trabajo podría sumarse Malcom Wilson como vicepresidente deportivo, una figura ampliamente respetada en el ámbito de los rallies. “Quiero devolver al deporte todo lo que me ha dado”, ha declarado el tres veces ganador del Dakar.

Una nueva etapa y un contexto desafiante para la FIA

De concretarse su candidatura, Carlos Sainz enfrentaría no solo el desafío de liderar el organismo rector del automovilismo mundial, sino también el contexto de una Fórmula 1 que atraviesa una caída en sus ingresos. Según Liberty Media, la categoría reina del motor facturó 403 millones de dólares en el primer trimestre de 2025, un 27% menos que en el mismo periodo del año anterior. El resultado neto fue de 28 millones de dólares negativos, en contraste con los 136 millones de beneficio de 2024. Esta baja se explica, en parte, por la celebración de una carrera menos que el año pasado.

En este escenario, la idea de una FIA más empática con pilotos, equipos y organizadores cobra aún más relevancia. Sainz plantea un enfoque de gestión que priorice el diálogo y el conocimiento técnico desde la experiencia en pista, con un liderazgo basado en la escucha activa y el compromiso con el desarrollo sustentable del automovilismo. Aunque el camino hacia la presidencia todavía está por definirse, su figura genera interés por combinar prestigio deportivo, visión de futuro y una voluntad clara de transformar la institución desde adentro.