La reelección de Petra Sorling como Presidenta de la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF) para otro mandato de cuatro años se produjo en un ambiente tenso y muy controvertido. Sorling, que asumió el cargo por primera vez en 2021, expresó su gratitud y su compromiso con el futuro de este deporte tras su victoria: «Es un honor haber sido elegida Presidenta de la ITTF para otros cuatro años. Ahora es el momento de mirar hacia delante: unidos y centrados en el futuro». Sin embargo, el proceso electoral estuvo marcado por acusaciones, enfrentamientos y la incertidumbre.
Las elecciones, celebradas en Doha (Qatar), distaron mucho de ser un acontecimiento tranquilo. Los resultados fueron extremadamente ajustados -Petra Sorling 104 votos y Khalil Al-Mohannadi 102-, y la decisión de pasar de un sistema de voto electrónico a una votación convencional desató la desconfianza entre los participantes. Este cambio, solicitado por el equipo de Sorling, pretendía evitar posibles manipulaciones, pero acabó alimentando las tensiones entre los delegados.
Acusaciones y enfrentamientos durante el proceso electoral
El ambiente en la Asamblea General de la ITTF se volvió caótico tras el anuncio de los resultados. Los partidarios del candidato contrario, Khalil Al-Mohannadi, Vicepresidente de la ITTF y representante de Qatar, cuestionaron la legitimidad de la votación, alegando irregularidades en el sistema híbrido de votación (tanto presencial como en línea). Estas acusaciones provocaron enfrentamientos verbales y escenas tensas, en las que algunos delegados abandonaron el recinto por temor a su seguridad.
Uno de los momentos más críticos se produjo cuando Al-Mohannadi, visiblemente alterado, tomó el micrófono para expresar su descontento, mientras su equipo y sus partidarios expresaban cada vez más su enfado. Además, se denunciaron sobornos y presiones políticas contra los delegados europeos, lo que llevó a varios testigos a presentar denuncias ante la Unidad de Integridad de la ITTF.
Consecuencias legales y un precedente inquietante
Tras la reelección de Sorling, el equipo de Al-Mohannadi anunció su intención de impugnar los resultados ante los tribunales, alegando que el proceso estuvo plagado de irregularidades. Esta situación ha desencadenado una crisis interna en la ITTF, que se enfrenta ahora al reto de restablecer la confianza y garantizar la estabilidad de la organización. El camino hacia la reconciliación parece difícil, dado el nivel de polarización y las acusaciones que han aflorado durante este proceso.
El caos en torno a las elecciones de la ITTF pone de manifiesto los problemas estructurales que afectan a algunas organizaciones deportivas internacionales, en las que las tensiones políticas y los intereses económicos eclipsan el espíritu del deporte. Para la ITTF y su credibilidad, quedan muchas preguntas sin respuesta ante un ambiente dividido que parece difícil de superar.