El drama entre Rachael «Raygun» Gunn, Steph Broadbridge y Anthony Skinner parece haber llegado a su fin. A principios de diciembre, el musical de comedia inspirado en la vida de Gunn fue cancelado tras una serie de conflictos legales. Sin embargo, Gunn declaró recientemente que “hemos resuelto todo”, lo que abre la posibilidad de que el espectáculo se reestrene con un nuevo enfoque.
El musical, anunciado originalmente como una sátira de la carrera olímpica de Gunn, generó controversia por el uso no autorizado de su nombre, imagen y coreografía. Después de semanas de tensiones, todas las partes involucradas han llegado a un acuerdo que promete cerrar este capítulo de forma amistosa.
LOS ORÍGENES DEL CONFLICTO
El póster de Raygun: The Musical se hizo público el 25 de septiembre, generando expectativas para su estreno el 7 de diciembre en un club de comedia en Darlinghurst. Broadbridge, la creadora del espectáculo, lo describió como una “exploración de parodia” hecha con respeto hacia Gunn. Sin embargo, Gunn no había sido informada sobre el proyecto, lo que desencadenó una ola de confusión y reacciones negativas.
El equipo legal de Gunn intervino rápidamente para proteger los derechos de propiedad intelectual de la atleta. Entre las preocupaciones destacaron el uso de su icónica pose de baile y movimientos coreográficos olímpicos. Estas acciones llevaron a la cancelación del musical, desatando críticas hacia todas las partes involucradas.
RESOLUCIÓN Y FUTURO
A pesar de las tensiones iniciales, Gunn y Broadbridge lograron llegar a un acuerdo que permitió rediseñar el espectáculo bajo un nuevo nombre: Breaking the Musical. Este cambio, junto con la modificación del cartel promocional, permitió que el proyecto avanzara sin mayores inconvenientes legales.
Gunn insistió en que nunca buscó compensaciones económicas, desmintiendo rumores sobre una solicitud de 10.000 dólares para cubrir costos legales. “No se trata de dinero, nunca lo ha sido”, afirmó la atleta. Por su parte, Broadbridge expresó su deseo de continuar con el espectáculo, ahora presentado como una comedia completamente ficticia.
El desenlace de esta controversia deja abierta la puerta para una nueva etapa en la relación entre las partes. Tanto Gunn como Broadbridge han mostrado disposición para superar el conflicto, lo que podría marcar el inicio de una colaboración más respetuosa en futuros proyectos creativos.
