Donald Tust ha confirmado la aspiración de su país de albergar los Juegos Olímpicos por primera vez en su historia. Tras Los Ángeles 2028 y Brisbane 2032, Qatar será el país elegido anfitrión para 2036. La campaña para 2040 ya está abierta y Polonia se postula como uno de los países posibles, aunque no está solo y Alemania también está en esa carrera.
“Polonia hará esfuerzos para albergar los Juegos Olímpicos” afirmó Tusk, que explicó que 2040 y 2044 eran las fechas más tempranas y tangibles a las que aspirar ya que las sedes de los años anteriores ya se habían otorgado. Según una regla no escrita de rotación continental, Polonia sería un fuerte candidato para la vuelta a Europa de los Juegos Olímpicos.
“Probablemente no podré correr en el campo cuando se celebren los Juegos Olímpicos en Polonia, pero puedo hacer mucho en los próximos años para convertir este sueño en un proyecto real” ha declarado el primer ministro. Según muchos medios, incluido Sports In, Alemania es seria candidata a albergar los Juegos Olímpicos de 2040 y convertirse en la tercera vez que la capital alemana acoge los Juegos, la cuarta en el país si incluimos los de Múnich en 1972.
Dziś w Karczewie na Orliku ogłaszam, że Polska przystępuje do walki o organizację Igrzysk Olimpijskich, strzelam bramkę i cieszę się jak dziecko. pic.twitter.com/xShXhFCzvd
— Donald Tusk (@donaldtusk) August 16, 2024
EXPERIENCIA EN COMPETICIONES
Polonia fue la anfitriona de los Juegos Europeos del pasado año 2023 y también coorganizó la Eurocopa de 2012, demostrando así su experiencia en grandes eventos, aunque con ansias de otro gran evento deportivo en el país. El ministro de deportes, Slawomir Nitras comentó que “vi los Juegos de París y puedo decir que, desde el punto de vista organizativo, somos capaces de albergar un evento de esta magnitud, creo que el deporte polaco está listo para ello”.
Tusk ha visto el momento adecuado para presentar un nuevo proyecto legislativo. Será un estatuto destinado a «mejorar el perfil del deporte femenino y la igualdad humana». La ley garantizaría a las mujeres polacas al menos el 30% de los puestos de liderazgo en las autoridades deportivas. Los aliados de Tusk en el partido Plataforma Cívica acogieron con agrado la medida, diciendo que «crearía oportunidades» para mejorar aún más la infraestructura deportiva de Polonia.
