Durante años, los franceses han apoyado el judo con los enérgicos cánticos de «Teddy Bam Bam». En Francia , el judo no solo es uno de los deportes más populares, sino también uno de los más laureados , con Teddy Riner como la figura central que impulsa este entusiasmo.
Sin duda, Teddy Riner es una de las estrellas deportivas más queridas de Francia. Durante años, los franceses han admirado su habilidad para lanzar rápidamente a sus oponentes y derribarlos al suelo. El viernes 2 de agosto, Riner, con su calma característica y extraordinaria destreza física, aseguró su cuarta medalla de oro olímpica en presencia del presidente francés Emmanuel Macron . Esta victoria ha consolidado su estatus legendario en la historia del judo olímpico y mundial.
Con 35 años , Riner fue uno de los atletas que ascendió el pebetero olímpico en la ceremonia de apertura de la semana pasada. Anteriormente, ganó medallas de oro individuales en judo en los Juegos Olímpicos de Londres y Río , y una medalla de oro por equipos en los Juegos Olímpicos de Tokio . La final de judo en +100 kg en París fue sencillamente espectacular. Los aficionados saltaron de sus asientos, sacudiendo las gradas del Arena Champs de Mars , mientras Riner ejecutaba un Harai-goshi impecable, anotando un ippon para vencer decisivamente a su oponente, un campeón mundial en activo.
Con esta victoria, Teddy Riner se une al japonés Tadahiro Nomura como el único judoka que ha logrado tres medallas de oro olímpicas. Sin embargo, el impresionante récord de Riner incluye dos medallas olímpicas adicionales y un título por equipos mixtos de los Juegos de Tokio 2021, colocándolo en una liga propia. Además, sus 11 títulos mundiales consolidan su estatus incomparable en el deporte.
Teddy es originario del pueblo de Vieux-Habitants en Guadalupe. Sus hijos, Eden y Yesis, junto con su familia y el pueblo de Guadalupe, celebraron la victoria de Teddy con gran alegría.
El triunfo de Riner no solo añade a su legado personal, sino que también resalta la rica tradición del judo en Francia. Sus logros continúan inspirando a la próxima generación de judokas, consolidando su lugar como un verdadero ícono del deporte.