Este miércoles se ha hecho oficial una de las noticias más esperadas por todo el mundo: la declaración de tregua en la franja de Gaza. Alivio, esperanza y paz en una región devastada por un conflicto que duraba ya 15 meses. Este alto al fuego temporal ofrece un respiro a miles de civiles atrapados en una profunda crisis humanitaria que se buscó durante el verano, cuando Francia y el Movimiento Olímpico pidió la Tregua Olímpica que no tuvo lugar en Gaza. Eso sí, París 2024 inspiró a una sociedad que vio cómo deportistas de países enfrentados -no sólo de Israel y Palestina– convivieron en la Villa Olímpica.
«París 2024 nos ha mostrado que el deporte tiene la capacidad de construir puentes donde antes había muros. Aquí, las naciones han competido no como enemigos, sino como iguales, recordándonos que la paz es posible cuando nos unimos con un propósito común». Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), destacó tras los Juegos Olímpicos esta ejemplar convivencia para que, de algún modo, sirviera de inspiración para el resto del mundo y mandara un mensaje de esperanza.
En medio de las tensiones internacionales que azotan al mundo, el deporte y, especialmente, los Juegos Olímpicos emergen como un recordatorio del potencial humano para la convivencia y de las ganas que la calle tiene de respirar tranquilidad. La Villa Olímpica de París fue un altavoz para la mencionada esperanza: si allí hay vecinos de países enfrentados conviviendo en paz significa que fuera de los Juegos también puede existir una convivencia pacífica. Por allí caminaron 8 deportistas palestinos olímpicos y 88 israelíes (aunque estos iban con escoltas por precaución).
PARÍS 2024: UN MODELO DE UNIDAD
En París 2024, atletas de países históricamente en conflicto compartieron podios y mostraron que la competencia puede ser una plataforma para la reconciliación. Uno de los momentos más simbólicos fue el selfie en el podio entre jugadores de tenis de mesa de dobles mixtos de Corea del Norte (plata) y Corea del Sur (bronce). Sus sonrisas parecían decir: nosotros queremos llevarnos bien y nuevamente puso al deporte como una poderosa herramienta diplomática.
Volviendo a la tregua en Gaza, aunque temporal, nos invita a reflexionar sobre el impacto positivo de iniciativas como los Juegos Olímpicos y la capacidad que el deporte tiene para tender puentes entre culturas y naciones, actuando como un modelo ejemplar de cooperación para resolver conflictos.
