La lucha contra la crisis climática ha tomado un papel central en la agenda de la Federación Internacional de Esquí (FIS). Parte de su compromiso es reducir las emisiones de CO2 en todo el ecosistema de los deportes de nieve, desde las asociaciones nacionales de esquí hasta los organizadores de eventos. Con este objetivo en mente, la FIS ha desarrollado una herramienta clave: la Calculadora de CO2, diseñada específicamente para medir y gestionar las emisiones generadas en los eventos deportivos de nieve.
La Calculadora de CO2 permite a los organizadores de eventos comprender con mayor precisión la huella de carbono que generan, facilitando decisiones más sostenibles en áreas como energía, movilidad y producción de nieve. Susanna Sieff, directora de sostenibilidad de la FIS, destaca la importancia de esta herramienta al afirmar: «La calculadora te da la opción de elegir, por ejemplo, entre un servicio de catering que ofrezca comida vegana o a base de carne y entender cuánto contribuiría cada uno a la huella de carbono de tu evento. Puedes tomar decisiones basadas en números tangibles y verificados». La simplicidad y precisión de esta calculadora la convierten en una herramienta esencial para cualquier evento de esquí o snowboard.
Además de la calculadora, la FIS ha implementado una serie de recursos para garantizar su correcta adopción, incluyendo guías de usuario, videos formativos y talleres en línea. Estos esfuerzos buscan promover la uniformidad en la medición de emisiones a lo largo de todos los eventos de la FIS, facilitando la comparación y transparencia entre ellos. Como señala Sieff: «Nuestra intención es que el mayor número posible de partes interesadas adopten la calculadora de CO2 de la FIS, lo que proporcionaría a los deportes de nieve mucha más uniformidad, transparencia y comparabilidad a la hora de tratar sus emisiones».
Las impresionantes cifras de la FIS
Las cifras reveladas por la FIS son impresionantes. En 2023, la huella de carbono total de la organización fue de 2.161,7 toneladas de CO2 equivalente, mientras que los 177 eventos de la temporada 2023/24 generaron un estimado de 58.600 toneladas. Esto refleja el impacto significativo que los eventos deportivos pueden tener en el medio ambiente y subraya la necesidad de una acción coordinada para reducir estas emisiones.
Sin embargo, los viajes de espectadores continúan siendo el mayor desafío en cuanto a emisiones, representando más de 465.000 toneladas de CO2e adicionales. Estos desplazamientos representan una proporción considerable de las emisiones globales de los eventos, lo que pone de relieve la importancia de desarrollar soluciones más sostenibles para la movilidad de los aficionados en el futuro.
Según Susanna Sieff, «Los efectos de la crisis climática son, sencillamente, el desafío más crucial de nuestra vida. No podemos permitirnos el lujo de no emplear toda la ciencia a nuestra disposición para entender exactamente cuál es la situación y qué podemos hacer para marcar una diferencia». Para la FIS, el reto climático es el más grande al que se enfrenta el deporte, y la adopción de la ciencia y la tecnología para mitigar su impacto es una prioridad.