Madrid vivió un momento histórico este pasado fin de semana con la reinauguración del Beti Jai, el icónico frontón y cuna de la pelota vasca hace 100 años en la zona centro española. Este sábado se jugó el primer partido (de exhibición) desde 1914, cuando se disputó el último. Considerado por muchos como «el frontón más bonito de toda la historia», el Beti Jai, cuyo nombre en euskera significa «siempre fiesta», ha recuperado su esplendor en la calle Marqués de Riscal, en el corazón de la capital española, y espera convertirse en una nueva referencia para la pelota vasca a nivel mundial.
La reapertura de este emblemático edificio no solo representa un triunfo para la preservación del patrimonio arquitectónico, sino también para el deporte de la pelota vasca, que vuelve a encontrar un hogar en este espacio histórico. Construido en 1894, el Beti Jai fue un símbolo del deporte y la vida social de la época, atrayendo a miles de aficionados de toda España hasta que cerró en 1919. Su singular estructura, con un estilo neomudéjar y detalles ornamentales en hierro forjado, lo convierten en una auténtica obra de arte.
COMISARÍA, TIENDA HARLEY DAVIDSON O TALLER CITROEN
Antes de su último partido en 1914 se estaba ya utilizando como Centro de Ensayos de Aeronáutica y tras ese último juego, entre 1919 y 1920, Beti Jai fue una fábrica de vehículos de la marca Studebaker; en 1923 fue concesionario de la marca de motocicletas Harley Davidson y en 1925 se convirtió en un garaje. Posteriormente sería utilizado como comisaría durante la defensa de Madrid en la Guerra Civil y en el franquismo se usó como lugar de ensayo para la banda de música de la Falange. Después, la propiedad pasó a la casa Citroen, que lo usó como taller.
La rehabilitación ha respetado cada detalle de la edificación original, que desde 2011 es Bien de Interés Cultural. Durante el evento inaugural, figuras políticas, deportivas y del ámbito cultural estuvieron presentes para celebrar la reapertura. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, destacó en su discurso la importancia de «recuperar espacios históricos que forman parte de nuestra identidad y cultura».
RESTAURADO POR EL ARQUITECTO ÁLVARO MARTÍN FIDALGO
La restauración del Beti Jai, dirigida por el arquitecto Álvaro Martín Fidalgo, ha sido una tarea titánica que incluyó la consolidación de las gradas, la restauración de las columnas de hierro y el pintado de los elementos decorativos originales. Además, se ha adecuado el frontón a las necesidades de los eventos deportivos y culturales modernos, garantizando así la continuidad de este espacio como un símbolo vivo de la cultura madrileña.
El Beti Jai, con su capacidad para cerca de 4.000 espectadores, vuelve a latir como punto de encuentro para los aficionados a la pelota vasca en Madrid y promete ser un escenario para futuras competiciones, actividades culturales y eventos especiales.