El Campeonato Africano de Lucha 2025 marcó un momento definitorio para el deporte en el continente. Nigeria arrasó en las competiciones femeninas con una actuación dominante, mientras que Egipto reafirmó su supremacía en el estilo libre masculino. Celebrado en Casablanca, el torneo no solo destacó la creciente competitividad de las naciones africanas, sino que también reflejó el progreso estructural que se está logrando en el deporte.
Las mujeres de Nigeria llevaron a cabo una campaña impecable, ganando el oro en las nueve categorías de peso disputadas y sumando 225 puntos, casi el doble que el segundo rival más cercano, Argelia, que terminó con 116. Egipto ocupó el tercer lugar con 115 puntos, seguido de cerca por la nación anfitriona, Marruecos, con 113. El único título de Argelia llegó en la categoría de 57 kilogramos, donde Nigeria no presentó competidor.
Las campeonas defensoras Mercy Genesis, en 50 kilogramos, Adijat Idris en 55 kilogramos y Ebipatei Mughenbofa en 65 kilogramos, lideraron la carga para Nigeria. Jumoke Adekoye celebró un exitoso regreso al tapiz al ganar el oro en 59 kilogramos tras una ausencia de dos años de la competencia. Ebi Biogos completó el barrido con una victoria en ronda-robin en la división de 72 kilogramos, sellando lo que muchos observadores llaman una de las actuaciones de equipo más imponentes en la historia de la lucha africana.
El estilo libre masculino trae una competencia más amplia
En el estilo libre masculino, Egipto continuó su dominio de larga data, ganando el título por equipos con 182 puntos. Los oros llegaron de Omar Mourad en la categoría de 74 kilogramos, Abdelrahman Sheyatan en 97 kilogramos, Hassan Elsayad en 61 kilogramos y Ahmed Mahmoud en 86 kilogramos. La profundidad y consistencia de Egipto una vez más resultaron decisivas, aunque el torneo también presentó una ola de actuaciones destacadas de todo el continente.
Uno de los momentos más destacados fue el de Cedric Abossolo de Camerún, quien ganó el título de 92 kilogramos sin conceder un solo punto. Fue el primer oro en estilo libre masculino de Camerún desde 1998. Diamantino Iuna Fafe de Guinea-Bisáu sumó a su legado continental al capturar su tercer título africano en la división de 57 kilogramos. Nigeria también regresó al podio del estilo libre masculino después de una ausencia de cinco años, con Stephen Izolo obteniendo el oro en 65 kilogramos.
Khairiddine Ben Tlili de Túnez, en 70 kilogramos, y Abdelkader Ikkal de Argelia, en 79 kilogramos, añadieron más variedad a la tabla de medallas, subrayando la creciente competitividad y diversidad de la lucha africana.
El campeonato fue un reflejo del desarrollo más amplio que se está produciendo en el continente. Desde el cambio de marca de FILA a United World Wrestling en 2014, el organismo global ha priorizado a África en sus estrategias de desarrollo. La mayor inversión en la educación de entrenadores, programas de base, identificación de talentos y competiciones continentales regulares ha fortalecido las bases de la lucha en muchos países.
El papel de la UWW en el desarrollo de la lucha en África
Nada de esto es más evidente que en la lucha femenina. Antes poco representadas, las mujeres africanas ahora son figuras regulares en los niveles más altos del deporte. Nigeria, en particular, se ha consolidado como una fuerza global, produciendo atletas clasificadas mundialmente y estableciendo un referente para otros. La expansión de las categorías de peso femeninas y la mejor visibilidad a través de las plataformas de la UWW han acelerado esta transformación.
El resurgimiento de la lucha en África también tiene raíces en las ricas tradiciones culturales del continente. Estilos tradicionales como el Laamb en Senegal, el Boreh en Sudán y el Evala en Togo siguen desempeñando un papel vital en la vida comunitaria y la identidad atlética. Aunque distintos del formato internacional, estos estilos han mantenido la popularidad de la lucha a través de las generaciones. Cada vez más, las federaciones nacionales se inspiran en estas prácticas para aumentar la participación y descubrir talento emergente para el desarrollo competitivo.
Los Campeonatos Africanos 2025 fueron más que un conteo de medallas. Contaron una historia de renacimiento y dinamismo, de nuevas estrellas emergiendo y de potencias de largo tiempo renovando su dominio. A medida que la lucha africana sigue creciendo en fuerza y estructura, sus atletas están demostrando al mundo que el futuro del deporte no solo se forjará en los tradicionales bastiones, sino también en suelo africano.