El reto urbano de Milano Cortina 2026: entre la ilusión olímpica y los riesgos de futuro
Javier Nieto
septiembre 19, 2025

El Comité Olímpico Internacional -COI- ha puesto de relieve el impacto urbano y social que dejarán los Juegos Olímpicos de Invierno de Milano Cortina 2026 más allá de lo deportivo. La presidenta de la Comisión de Coordinación del COI, Kirsty Coventry, visitó el Olympic Village de Milán y elogió su diseño y funcionalidad: “Me dan ganas de convertirme en una atleta de invierno”. El complejo, ubicado en el área de Porta Romana, ofrecerá 1.700 camas para deportistas y, tras los Juegos, se transformará en residencias universitarias, viviendas asequibles y espacios comunitarios.

La regeneración de Porta Romana se ha convertido en un proyecto emblemático. El Olympic Village se integra en una estrategia más amplia que combina alojamiento, servicios públicos y comercio en un mismo espacio, lo que garantiza su uso posterior. Coventry subrayó que el plan refleja “diseño, cultura, historia y pasión”, una fórmula que responde a la Agenda 2020 del COI, centrada en aprovechar infraestructuras existentes y asegurar un legado sostenible.

La experiencia italiana contrasta con resultados dispares en anteriores ediciones. Atenas 2004 dejó numerosas instalaciones en desuso, mientras que Río 2016 sufrió problemas similares con costes de mantenimiento elevados. Londres 2012, en cambio, se consolidó como referencia al reconvertir su Parque Olímpico en un área residencial y de ocio. La incógnita es si el alto valor inmobiliario de Porta Romana podría derivar en procesos de gentrificación.

Logística y plazos en la cuenta atrás

El comité organizador ha entrado en la fase final de entrega de sedes y equipamientos. Además del complejo de Porta Romana, se habilitarán villas en Cortina, Predazzo, Bormio, Livigno y Anterselva, combinando infraestructuras temporales con recintos ya existentes. Coventry también visitó la futura arena de hockey sobre hielo de Milano Santa Giulia, que se perfila como uno de los centros neurálgicos de la competición.

La Comisión de Coordinación del COI ha confirmado que los avances se ajustan a lo previsto, aunque persisten plazos exigentes. La dispersión geográfica de las sedes, repartidas por distintas regiones del norte de Italia, obliga a una planificación detallada en transporte, alojamiento y coordinación operativa.

El plan logístico contempla la cooperación entre autoridades regionales y locales, con un sistema de transporte multimodal que incluye conexiones ferroviarias, carreteras alpinas y servicios lanzadera para atletas y equipos técnicos. La existencia de seis villas diferentes constituye una singularidad respecto a ediciones recientes, lo que exige un esfuerzo adicional de sincronización en horarios, acreditaciones y seguridad.

Italia frente a los precedentes olímpicos

El modelo planteado por Milano Cortina 2026 se presenta como híbrido: combina inversiones puntuales en nuevas infraestructuras con un uso intensivo de instalaciones ya existentes. Este enfoque se aleja de proyectos como Sochi 2014 o Beijing 2022, caracterizados por construcciones masivas desde cero, y se aproxima más a los modelos de Vancouver 2010 y Pyeongchang 2018, donde la eficiencia y el legado comunitario fueron ejes centrales.

El objetivo declarado es que Italia consolide un modelo de sostenibilidad y control presupuestario que aporte beneficios a largo plazo. La apuesta por villas múltiples y recintos polivalentes busca equilibrar el atractivo deportivo de la cita con un impacto positivo en las comunidades anfitrionas.

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