En 2025, un portero de discoteca se enfrentó a la justicia después de ser declarado culpable por un tribunal alemán de participar en un elaborado complot para chantajear a Michael Schumacher. La trama consistía en exigir la suma de 12 millones de libras esterlinas a cambio de no divulgar imágenes privadas del icónico expiloto de Fórmula 1. Yilmaz Tozturkan, de 53 años, fue condenado a una pena de prisión de tres años, mientras que su hijo, Daniel Lins, un experto en informática de 30 años, recibió una pena de prisión suspendida de seis meses por su participación en el delito.
El caso se remonta al trágico accidente de esquí que sufrió Schumacher en 2013, un incidente que dejó al campeón de Fórmula 1 con graves lesiones en la cabeza y sumió a su familia en un período de intensa privacidad en lo que respecta a su estado de salud. En este contexto, el plan de chantaje salió a la luz cuando los acusados intentaron extorsionar a la familia, amenazando con revelar grabaciones y fotos íntimas de Michael a menos que se les pagara una importante suma de dinero, una acción que desencadenó una investigación y posterior juicio.
DETALLES DEL CASO
El complot se desarrolló cuando Markus Fritsche, un ex empleado de seguridad de la familia Schumacher, traicionó su confianza al sustraer más de 1.500 imágenes, vídeos e historiales médicos confidenciales de un ordenador. Tras la sustracción de los datos, Fritsche entregó la información sensible a Yilmaz Tozturkan, quien luego amenazó con subir los archivos a la «red oscura» si no recibía el pago exigido por la información robada.
A pesar de que Tozturkan negó las acusaciones de chantaje, manteniendo que simplemente estaba ofreciendo un «acuerdo comercial«, el tribunal lo declaró culpable de intento de extorsión. La familia Schumacher expresó su profunda preocupación por la posible amenaza continua que representaba la falta de recuperación de un disco duro que contenía material confidencial, lo que dejaba abierta la posibilidad de futuras filtraciones y extorsiones.