En el marco del Día Olímpico, el Movimiento Olímpico vivió un momento de profunda emoción y simbolismo con el traspaso oficial de la presidencia del Comité Olímpico Internacional (COI). Thomas Bach, quien lideró el organismo durante 12 años, cedió el testigo a la exnadadora olímpica Kirsty Coventry en una ceremonia celebrada en la Casa Olímpica de Lausana, Suiza. Bach, medallista de oro en esgrima en Montreal 1976, fue homenajeado por su legado al frente del COI, siendo nombrado Presidente Honorario Vitalicio en marzo pasado.
Kirsty Coventry, dos veces campeona olímpica por Zimbabue, fue elegida como décima presidenta del COI y se convierte así en la primera mujer y la primera africana en ocupar este cargo. La ceremonia, que reunió a más de 700 invitados, incluyó el traspaso simbólico de la llave de la Casa Olímpica, diseñada por André Ricard. El acto, cargado de historia y gratitud, marcó el inicio de una nueva etapa en el liderazgo olímpico, con una figura joven, carismática y con una visión global.
Kirsty Coventry: legado, agradecimientos y visión de futuro
Durante su discurso, Thomas Bach hizo un emotivo repaso de sus años al frente del COI, agradeciendo el apoyo de los atletas, las federaciones, los comités nacionales y los socios estratégicos. Destacó que su decisión de no continuar más allá del mandato respondía a la necesidad de renovar el liderazgo, y expresó plena confianza en Coventry: «Sabe cómo liderar con valentía… aporta una nueva voz que conecta con la generación joven». Su despedida estuvo marcada por palabras de gratitud y optimismo, señalando que el Movimiento Olímpico «está en las mejores manos».
Por su parte, Kirsty Coventry rindió homenaje a Bach y compartió una visión profundamente humana y colaborativa del futuro del COI. Agradeció a su familia, entrenadora y colegas por su apoyo, recordando los sacrificios hechos desde su infancia en Zimbabue. Coventry subrayó que el Movimiento Olímpico no es solo una plataforma deportiva, sino una red resiliente de inspiración, cambio y esperanza. “Trabajar juntos y mantenernos unidos”, dijo, “será clave para seguir haciendo realidad los sueños de nuevas generaciones”. Con una energía renovada, la nueva presidenta se comprometió a liderar con humildad, firmeza y propósito durante los próximos ocho años.
