Kirsty Coventry, la primera mujer en asumir la presidencia del Comité Olímpico Internacional -COI-, está a punto de tomar posesión de su cargo. En su primera entrevista tras ser elegida, Coventry compartió su emoción, pasión y visión para el futuro del movimiento olímpico. Desde su cálida bienvenida en Zimbabue hasta su transición a Lausana, la exnadadora olímpica habló con sinceridad sobre su trayectoria, sus valores y los retos que le esperan.
Coventry describió los días posteriores a su elección como un torbellino. «Desde la elección, volví a casa y recibí una bienvenida increíble de todos los zimbabuenses, lo cual fue maravilloso». Tras cerrar su etapa como Ministra de Deporte y Arte en Zimbabue, se tomó unos días para reconectar con la naturaleza. «Pasé cuatro días en un safari, volviendo a la naturaleza, sintiéndome enraizada y descansando un poco antes de empezar con la transición».
De vuelta en Lausana, Coventry destacó el apoyo recibido: «El equipo del COI me dio una bienvenida increíble. Ha sido un torbellino, pero un torbellino maravilloso, si puedo decirlo así».
«No es un peso, sino una responsabilidad»
Como la atleta olímpica más exitosa de África, Coventry reconoce las expectativas que recaen sobre ella. «¿Hay muchas expectativas? Sí. ¿Viene con mucha responsabilidad? También. Pero no lo veo como un peso. Estoy realmente honrada de haber recibido esta oportunidad y emocionada por lo que el futuro nos depara», afirmó. Para ella, liderar el COI es una progresión natural tras años de dedicación al movimiento olímpico.
Coventry reflexionó sobre el momento en que entendió que su papel iba más allá de ser una atleta. «Creo que fue cuando me convertí en miembro de la Comisión de Atletas del COI. Tener una voz en la mesa fue empoderador. Nos dimos cuenta de que estábamos cambiando la percepción de los atletas, no solo con nuestras conversaciones, sino también con los programas educativos que ofrecíamos».
Para Coventry, el deporte siempre ha sido un motor de cambio. «Sabía desde los nueve años que quería ir a los Juegos Olímpicos y ganar una medalla de oro. No sabía exactamente qué significaba, pero sabía que era mi propósito». Ahora, como líder, su propósito es «devolver al movimiento que cambió mi vida».
«Quería devolver algo a Zimbabue»
Coventry también habló sobre su trabajo con la Fundación Kirsty Coventry, que creó para apoyar a niños en comunidades desfavorecidas de Zimbabue. «El concepto era crear espacios seguros para niños de entre seis y trece años, donde pudieran probar nuevos deportes». La fundación ofrecía actividades como fútbol, rugby, netball, baloncesto y seguridad acuática, llegando a impactar a más de 6.000 niños en solo seis meses. «Era lo mejor que podías hacer un sábado: ver las sonrisas de los niños y saber que estábamos marcando una diferencia», recordó con emoción.
Aunque la fundación se ralentizó durante su etapa como ministra y con la llegada de la pandemia, Coventry espera retomarla pronto. «Quiero que vuelva a funcionar a toda velocidad en el futuro cercano».
«El impulso competitivo nunca desaparece»
Cuando se le preguntó qué le queda de sus días como atleta, Coventry respondió: «El impulso y la competitividad nunca desaparecen. Siempre he intentado superarme, encontrar el próximo objetivo con propósito». Sin embargo, admitió que la transición de su carrera deportiva no fue fácil. «Después de 20 años con un objetivo claro, fue difícil aceptar que mi carrera olímpica estaba llegando a su fin. Pero encontrar un camino en la Comisión de Atletas me ayudó mucho».
Coventry destacó la importancia de los valores en su liderazgo, especialmente el concepto africano de Ubuntu. «Ubuntu significa que todo lo que hago te impacta a ti, y viceversa. Tenemos que entender que vivimos en un ecosistema enorme y debemos prosperar juntos». Para ella, este principio será fundamental para guiar al COI y garantizar que todos los actores del movimiento olímpico trabajen en armonía.
«Los valores olímpicos son nuestra brújula»
En un mundo cada vez más dividido, Coventry subrayó la importancia de los valores olímpicos: excelencia, respeto y amistad. «Estos valores han mantenido unido al movimiento durante más de 100 años. Nunca podemos comprometerlos. Mi objetivo es encontrar formas de llegar a más comunidades en todo el mundo y compartir estos valores con ellos».
Coventry también habló sobre cómo su familia la ayuda a mantenerse centrada. «Mi hija de siete meses me mantiene con los pies en la tierra. Cuando llego a casa después de un día difícil, verla me recuerda por qué hacemos esto: para que ellos no tengan que pasar por los mismos retos y puedan alcanzar sus sueños».
«No hay sueño demasiado pequeño»
Al dirigirse a las jóvenes, especialmente a las niñas, Coventry ofreció un mensaje inspirador: «No hay sueño demasiado pequeño porque nunca sabes a dónde te llevará. A veces, tus amigos no serán los más populares, y está bien. Sé fuerte, confía en tus capacidades y trabaja hacia tus metas, incluso si son solo para ti».
Cuando se le preguntó cómo le gustaría ser recordada, Coventry respondió: «Quiero que digan que nunca cambié. Que siempre fui humilde, accesible y que el cargo no me cambió, pero yo cambié el cargo».
Con una mezcla de humildad, determinación y visión, Kirsty Coventry está lista para liderar el movimiento olímpico hacia un futuro inclusivo y lleno de propósito. «Estoy emocionada por este nuevo desafío. Vamos a hacerlo«.