A menos de un año de su debut, los Juegos Mejorados ya han generado una fuerte controversia. El Consejo de Atletas de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) publicó recientemente una declaración en la que condena la realización del evento, al que calificó de “un concepto peligroso e irresponsable” que amenaza los valores del deporte limpio. La declaración surge tras la confirmación de la sede y las fechas de la competencia, que se celebrará el 21 de mayo de 2026 en Las Vegas, con la participación de deportistas que consumirán sustancias prohibidas bajo supervisión médica.
El Consejo de Atletas había optado hasta ahora por no pronunciarse públicamente para evitar dar legitimidad al evento, pero decidió actuar ante la creciente visibilidad del proyecto. La AMA también emitió varios comunicados en los que cuestiona los argumentos de los organizadores sobre la supuesta “seguridad” del dopaje médico supervisado. En sus palabras, los Juegos Mejorados “ignoran décadas de evidencia médica” y podrían transmitir un mensaje peligroso, especialmente entre los jóvenes.
Preocupaciones médicas y éticas sobre los Juegos Mejorados
Expertos del ámbito biomédico se han sumado a las críticas. Los científicos Ian Broadley y Martin Chandler advirtieron en The Guardian que las sustancias que se emplearán en los Juegos Mejorados —como el BPC-157 y la ipamorelina— no cuentan con la aprobación de la FDA y poseen riesgos conocidos e inciertos. Chandler explicó que los efectos a largo plazo del uso de esteroides incluyen alteraciones en la función reproductiva y problemas hormonales que aún no se comprenden del todo. También alertó sobre los graves riesgos cardiovasculares asociados al consumo de testosterona, como infartos, arritmias y miocardiopatías.
Pese a estas advertencias, varios atletas han optado por unirse a la competencia. El nadador griego Kristian Gkolomeev anunció su retiro del circuito tradicional para sumarse a los Juegos Mejorados, donde ya rompió un récord mundial tras apenas dos semanas de consumo de sustancias para mejorar el rendimiento. El evento, fundado por Aron D’Souza y respaldado por Donald Trump Jr., ofrece importantes premios económicos y cuenta con figuras mediáticas como James Magnussen, lo que ha encendido aún más las alarmas en la AMA. El organismo ha instado a las autoridades deportivas y judiciales a actuar, reiterando que los atletas son modelos a seguir y que este tipo de iniciativas ponen en riesgo la integridad del deporte.