La reciente visita de Morinari Watanabe, presidente de la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) y uno de los candidatos que en las recientes elecciones a la presidencia del COI, a Moscú ha generado polémica en el mundo deportivo. Durante su estancia, Watanabe fue recibido por el gimnasta ruso Nikita Nagornyy, con quien compartió un cálido abrazo frente a las cámaras, un gesto que ha levantado críticas debido al historial de Nagornyy como figura clave en la propaganda del Kremlin sobre la invasión de Rusia a Ucrania.
Nagornyy, reconocido como uno de los mejores gimnastas de su generación, es también una figura controvertida. Además de ser campeón mundial y líder del equipo ruso que ganó el oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, ha desempeñado un papel destacado en la maquinaria propagandística rusa. Desde 2016, forma parte de la Guardia Nacional de Rusia y fue líder del grupo paramilitar Yunarmiya, conocido como el Ejército Joven, entre 2020 y 2024.
EL ROL DE NAGORNYY EN LA PROPAGANDA
El Ejército Joven, bajo la dirección de Nagornyy, ha sido una herramienta clave en la invasión rusa de Ucrania, participando en desfiles pro-guerra y enviando regalos a soldados en el frente. Además, la organización ha sido acusada de facilitar la deportación y «reeducación» de niños ucranianos en territorios ocupados, preparándolos para combatir contra su propio país.
Por estas actividades, Nagornyy ha sido sancionado por gobiernos como los de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y el Reino Unido, que lo señalan por su papel en la deportación forzada de menores ucranianos. A pesar de su exclusión de las competencias internacionales, su presencia en el evento de la FIG ha reavivado el debate sobre la neutralidad de los atletas rusos.
EL REGRESO DE LOS GIMNASTAS RUSOS
La visita de Watanabe a Rusia tuvo como objetivo avanzar en la reintegración de algunos gimnastas rusos y bielorrusos a las competencias internacionales bajo la condición de atletas neutrales. Desde 2023, la FIG permite esta participación, aunque la federación rusa inicialmente se negó a cumplir con las reglas de neutralidad.
Entre los atletas aprobados destaca Angelina Melnikova, una de las gimnastas más exitosas de su generación y miembro del equipo femenino que ganó el oro en Tokio 2021. Hasta ahora, 17 gimnastas rusos y bielorrusos han sido autorizados para competir como neutrales, junto con un total de 120 atletas y personal de apoyo en diversas disciplinas.
LA NEUTRALIDAD Y TRANSPARENCIA DE LA FIG
La aprobación de Melnikova y otros atletas ha generado cuestionamientos sobre el cumplimiento de las reglas de neutralidad de la FIG. Según estas normas, los gimnastas no deben tener vínculos con el ejército ruso, agencias de seguridad o entidades afiliadas. Sin embargo, Melnikova entrena en el club deportivo central del ejército (CSKA), conocido por sus conexiones militares, lo que pone en duda si cumple con los requisitos establecidos.
Además, la FIG no ha explicado públicamente los criterios detrás de la aceptación o rechazo de los atletas, limitándose a publicar una lista básica de los aprobados. Esta falta de transparencia ha generado críticas sobre la consistencia en la aplicación de las reglas y ha alimentado sospechas sobre posibles acuerdos detrás de escena.
CONTEXTO DE LA PROPAGANDA EN GIMNASIA RUSA
La gimnasia rusa ha estado en el centro de la controversia desde 2022, cuando el gimnasta Ivan Kuliak usó un símbolo pro-guerra en su uniforme durante una ceremonia de medallas en Qatar. Aunque fue sancionado, recibió apoyo de sus compañeros rusos. Desde entonces, otros gimnastas destacados, como Viktoria Listunova y Vladislava Urazova, han participado en eventos pro-guerra, lo que ha complicado aún más la percepción de neutralidad en el deporte.
, dejando abiertas muchas preguntas sobre la verdadera neutralidad y los valores del deporte internacional.