El artífice de salir de los momentos de sombras que vivió el Comité Olímpico de Brasil cuando fue suspendido provisionalmente por la compra de votos de Rio 2016 fue Paulo Wanderley Teixeira, un judoca de toda la vida. Actualmente tiene 73 años y hace unos años asumió el desafío de ser el presidente del mencionado comité brasileño sin imaginarse que devolvería el prestigio y posicionaría a su país en los lugares que merece estar como potencia del continente.
Wanderley Teixeira conversó recientemente con SportsIn en las propias dependencias del Comité Olímpico de Brasil, en el Parque Olímpico de Río de Janeiro, y agradeció la oportunidad de explicar los pilares de su gestión. Su mirada es serena, transmite tranquilidad y aspira que su país quede en lo más alto del pódium olímpico, pero sin renunciar al juego limpio y al trabajo en equipo.
Pregunta – ¿Por qué asumió la presidencia del COB, sabiendo lo grave de las acusaciones?
Wanderley Teixeira: “Soy judoca, vivo el deporte al máximo desde mi espacio de reflexión y análisis. Sentí que era el momento. No teníamos márgenes ni tiempo para recriminarnos o buscar culpables, era la oportunidad para devolverle al deporte el espacio que se merece y que nunca debió perder.
Además, está el capital humano: tenemos atletas y el biotipo propio del brasileño para ir a la conquista de sus sueños y no mirar para atrás porque ese tiempo ya pasó y no tenemos la posibilidad de recuperarlo; y sí de aprender de las equivocaciones y las malas prácticas que no pueden volver a repetirse”.

Wanderley Teixeira. (COB)
¿Usted rompió los esquemas y transparentó todos los ingresos económicos que recibe el COB?
W. T.: “Yo llegué a finales del 2017 y nos pusimos varias metas desde la transparencia organizacional y tener una buena gobernanza. Lo primero que hicimos fue poner a disposición de todo el mundo en qué se invierten los recursos económicos que provienen de los juegos de azar, de la empresa privada y del propio estado. Recuerde que por conceptos de juegos de azar nos llegan cerca de 100 millones de dólares que tenemos que distribuir con criterios técnicos y de proyección internacional, además de hacer funcionar el sistema en 360º”.
Su próximo y gran desafío son los Juegos Olímpicos de Paris 2024, ¿a qué aspira su país?
W. T.: “Superar lo hecho en Tokio 2020+1, ahí terminamos en la posición 12 en el cuadro medallero. Para París vamos a intentar pelear con otras potencias mundiales, como Francia, Alemania, Italia, Canadá, entre otros y, apuntamos decididamente sumarnos al selecto grupo de los ‘top ten’. Es difícil, pero para los atletas brasileños nada es imposible y vamos a intentarlo”.