El boxeo, una piedra angular de la tradición olímpica, ha enfrentado numerosos desafíos en los últimos años, desde escándalos de gobernanza hasta desigualdad de género y controversias en el arbitraje. Estos problemas han llevado a una intervención significativa por parte del Comité Olímpico Internacional, que ha buscado activamente rediseñar el futuro de este deporte. La creación de World Boxing en 2023 marca un momento crucial, representando un posible punto de inflexión para el boxeo olímpico tras años de turbulencias.
La crisis dentro de la Asociación Internacional de Boxeo comenzó a desenredarse en 2018, durante la polémica presidencia de Gafur Rakhimov, cuyo liderazgo llevó al COI a suspender a la IBA en 2019. A pesar de las reformas posteriores bajo Umar Kremlev, la IBA no logró cumplir con los estrictos estándares del COI en términos de transparencia y gobernanza. Este fracaso llevó al COI a retirar el reconocimiento de la IBA en 2023, una decisión respaldada por el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
El fallo del TAS reforzó la postura del COI sobre la necesidad de una buena gobernanza, integridad financiera y una administración centrada en los atletas. También envió un mensaje claro: sin una reforma significativa, el lugar del boxeo en los Juegos Olímpicos podría estar en riesgo.
UN ARGUMENTO INCONCLUSO
La gobernanza no fue el único fallo de la IBA. La igualdad de género sigue siendo un desafío significativo dentro del boxeo. Aunque el boxeo femenino se incorporó al programa olímpico en 2012, persisten disparidades en financiación, representación y oportunidades. Los esfuerzos inconsistentes de la IBA para abordar estas desigualdades solo profundizaron las preocupaciones del COI.
El COI ha hecho de la igualdad de género una prioridad, impulsando un trato más justo para las atletas femeninas. Este tema se ha convertido en un aspecto central para la supervivencia del boxeo como deporte olímpico, subrayando la necesidad de una organización comprometida con un progreso genuino en esta área.
En este contexto, World Boxing se estableció en 2023 bajo el liderazgo de Boris van der Vorst. La organización busca abordar las fallas de gobernanza de la IBA, mientras promueve la igualdad de género y la representación de los atletas. Respaldada por varias federaciones nacionales, WB se está posicionando como una alternativa creíble, buscando el reconocimiento del COI para garantizar la inclusión del boxeo en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Durante una reciente reunión de la Junta Ejecutiva del COI en Lausana, el presidente del COI, Thomas Bach, describió a World Boxing como la única federación internacional provisional viable para el deporte. Sin embargo, el camino por delante está lejos de ser sencillo. WB enfrenta desafíos significativos, incluidos recursos limitados, un calendario de competencias poco desarrollado y una estructura organizativa que aún requiere mejoras sustanciales.
En artículos anteriores, he destacado repetidamente la ausencia de un plan y una estrategia concretos dentro de World Boxing, así como el programa de competiciones limitado que ha anunciado, un enfoque que reduce su atractivo y fortalece inadvertidamente a la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), que continúa atrayendo a la mayoría de las federaciones nacionales. WB necesita con urgencia reforzar sus recursos humanos y contar con el apoyo de expertos para diseñar una visión convincente y establecerse como una entidad creíble dentro de la comunidad global del boxeo. Aunque el Comité Olímpico Internacional ha brindado un respaldo constante, esto por sí solo no es suficiente. WB debe abordar sus deficiencias internas y prepararse para los desafíos que surgirán tras un posible reconocimiento provisional. Sin una base sólida, dicho reconocimiento corre el riesgo de exacerbar sus vulnerabilidades, lo que podría llevar al desorden y a otro capítulo de inestabilidad para este deporte
LA NECESIDAD DE URGENCIA Y EXPERIENCIA
Si bien World Boxing cuenta con el apoyo del COI, esto por sí solo no será suficiente. Para consolidar su posición, WB debe fortalecer urgentemente sus operaciones internas, reclutar profesionales experimentados y diseñar un plan integral que atraiga a la comunidad global del boxeo. Si no lo hace, corre el riesgo de permitir que la IBA mantenga su dominio, dado su respaldo por parte de la mayoría de las federaciones nacionales.
Incluso el reconocimiento provisional por parte del COI no es una solución en sí misma. Sin una preparación adecuada para las responsabilidades que conlleva, World Boxing podría enfrentar inestabilidad interna, poniendo en peligro sus objetivos a largo plazo. Mientras el deporte se encuentra en una encrucijada, la capacidad de WB para presentarse como una alternativa creíble determinará si el boxeo evita un retorno a las controversias del pasado.
La inclusión del boxeo en los Juegos Olímpicos de 2028 depende de la capacidad de World Boxing para estar a la altura del desafío. La organización debe abordar sus debilidades estructurales, ampliar su marco de competencias y demostrar un compromiso con la transparencia y la igualdad. El futuro del boxeo olímpico depende de una acción decisiva, asegurando que el deporte siga siendo fiel a su rica tradición mientras abraza una nueva era de responsabilidad e inclusión.
World Boxing tiene una oportunidad única de reconstruir la confianza en el deporte, pero el tiempo apremia, y las apuestas nunca han sido tan altas.