En un movimiento dramático que ha enviado ondas de choque a través de la comunidad deportiva, el Comité Olímpico Internacional con una carta oficial enviada a todos los CONs el 30/9/2024 ha roto oficialmente los lazos con los representantes de la Asociación Internacional de Boxeo, poniendo fin a su papel de larga data en la supervisión del boxeo olímpico. Esta acción decisiva se produce tras años de crecientes preocupaciones con respecto a la gobernanza y la transparencia de la IBA, lo que resultó en la pérdida de los derechos de voto y el reconocimiento de la asociación dentro de los Comités Olímpicos Nacionales. En consecuencia, la IBA y sus Federaciones Nacionales miembros no pueden participar en el movimiento olímpico.
Aunque el boxeo ha permanecido en el programa olímpico, ahora está bajo la supervisión directa del COI. Este cambio se debe a los continuos problemas en el seno de la IBA, especialmente bajo la controvertida dirección del Presidente Umar Kremlev. Sin embargo, el apoyo del COI viene con una seria advertencia: si la comunidad boxística internacional no llega a un consenso para establecer un nuevo órgano rector del boxeo a principios del año que viene, este deporte quedará excluido de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Esta decisión culmina años de preocupaciones sin resolver relacionadas con la gobernanza, la transparencia y la integridad financiera de la IBA. Una de las principales fuentes de preocupación han sido los estrechos vínculos de la IBA con entidades estatales rusas, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania. El COI ha expresado repetidamente su alarma por la incapacidad de la IBA para distanciarse de estas influencias, lo que plantea dudas sobre la independencia de la organización y su capacidad para gobernar el deporte con imparcialidad. Cualquier esfuerzo serio de consolidación realizado por la dirección en el pasado para cambiar la situación desde dentro, contó con la oposición de la Administración y finalmente todo quedó casi como estaba antes de la AIBA. La situación actual no puede ser el plan de funcionamiento de un deporte olímpico tan importante como el boxeo.
EL FRACASO DE LA IBA
La dirección de Kremlev ha estado plagada de acusaciones de injerencia política, mala gobernanza y mala gestión financiera. La falta de transparencia en el funcionamiento de la IBA, unida a los continuos casos de corrupción en el arbitraje de las grandes competiciones, ha socavado gravemente su credibilidad. A pesar de las múltiples advertencias del COI y de las oportunidades de reforma, la incapacidad de la IBA para abordar estos problemas ha llevado a esta acción decisiva por parte del organismo rector olímpico.
En una declaración posterior a la decisión del COI, Kremlev había señalado: «En cuanto a la IBA, seguiremos ofreciendo las mejores condiciones a nuestros boxeadores en todo el mundo y seguiremos trabajando duro para garantizar que nuestro deporte prospere. Estamos abiertos a establecer comunicación con los nuevos dirigentes del COI en cuanto sean elegidos, por el bien de nuestros boxeadores y del futuro olímpico de este deporte». Sin embargo, el Príncipe Feisal Al Hussein, uno de los siete candidatos en las recientes elecciones al COI, negó por completo cualquier colaboración con la AIA en el futuro.
EL FIN DE UNA ERA
La retirada de los representantes de la IBA de los Comités Olímpicos Nacionales significa un momento crucial para el boxeo, un deporte que ha formado parte de los Juegos Olímpicos desde 1904. Con ello, el COI envía un firme mensaje de que ningún deporte, independientemente de su importancia histórica, está exento de las repercusiones de una mala gobernanza.
En el caso de la IBA, esta decisión podría haberse evitado si la organización hubiera tomado medidas significativas para reformar y abordar sus antiguos problemas internos. En cambio, su incapacidad para cumplir las normas del COI ha provocado su exclusión total del marco olímpico.
EL FUTURO DEL BOXEO EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS
Sin embargo, la eliminación de la IBA no equivale al final de la trayectoria olímpica del boxeo. El COI ha reiterado su compromiso con este deporte, haciendo hincapié en que su administración debe estar ahora libre de los desafíos de gobernanza que han empañado su reputación.
Una vez concluidos los Juegos de París 2024, la atención debe centrarse en garantizar que el boxeo se gobierne de forma que defienda los valores de imparcialidad, transparencia e integridad que representan los Juegos Olímpicos. Muchos en la comunidad del boxeo esperan que esto marque el comienzo de una nueva era, en la que el deporte pueda prosperar bajo un liderazgo mejorado. Esta decisión también plantea cuestiones más amplias sobre el futuro del boxeo de élite más allá de los Juegos Olímpicos. Mientras la IBA se enfrenta a su exclusión, las federaciones nacionales de boxeo y los atletas buscarán en un nuevo órgano de gobierno claridad sobre la dirección del deporte.
El COI está pidiendo una nueva federación internacional sana y creíble con la que trabajar, no está pidiendo una federación específica. Ahora mismo, en el mercado del boxeo, la única alternativa es World Boxing. ¿Tiene esta federación en concreto la estructura necesaria para dirigir el boxeo internacional? ¿Es su dirección una propuesta unificadora aceptable para todos? Estas preguntas deben responderse y tenerse en cuenta para cualquier próximo paso. El plazo fijado por el COI expira a principios de 2025 y lo que haya que hacer debe hacerse con rapidez y responsabilidad.
