El exitoso protocolo de UEFA deja en mal lugar a la Copa América
Yeray Vergara
julio 15, 2024

La Eurocopa celebrada este verano en Alemania ha sido un éxito y no sólo por el espectáculo que las 24 selecciones han ofrecido en el césped, sino por una organización perfecta que se ha visto culminada con una final en el imponente estadio Olímpico de Berlín sin incidentes y que brilló con estándares que la UEFA exige para organizar un evento de este calibre. La previa del España-Inglaterra fue contraria a la del Colombia-Argentina de la final de la Copa América, de la CONMEBOL, que debió comenzar con retraso por incidentes de los aficionados en los momentos previos al choque.

Las exigentes medidas de seguridad y protocolos que la UEFA pide a los organizadores de sus competiciones reducen al mínimo las posibilidades de incidentes o altercados en las inmediaciones del estadio antes, durante y después de un partido. Para que UEFA otorgue una final de una competición como la Eurocopa el estadio debe ser de categoría 4 (UEFA divide a los estadios europeos en cuatro categorías) debiendo cumplir estas instalaciones no sólo con importantes requisitos de seguridad, sino también deben ofrecer la mayor comodidad posible tanto a aficionados como a medios de comunicación y protagonistas -los futbolistas y equipos-.

Sin ir más lejos, estadios como el Olympiastadion berlinés para esta ocasión -o La Cartuja sevillana en la pasada edición de la Euro-, han debido realizar importantes modificaciones en su infraestructura para acondicionarlos de cara a este tipo de eventos: desde modernizar los controles de acceso (tornos), a cumplir una estricta normativa de iluminación, ofrecer amplios vestuarios, un mínimo de espacio para prensa y televisión, accesos y comodidades para los aficionados (como bares) y unas características determinadas del terreno de juego. Todo debe cumplir unos estándares mínimos que favorece tanto al espectáculo y comodidad como a la seguridad.

Un Hard Rock Stadium colapsado. (Deccio Serrano/NurPhoto/Shutterstock)

UN 30% DE LAS ENTRADAS, FALSAS

En Miami, EEUU, el Hard Rock Stadium es un recinto inaugurado en 1987 y que se ha ido renovando a lo largo del tiempo, sin embargo, algo falló este domingo en la final de la Copa América cuando miles de aficionados de Colombia y Argentina intentaron colarse sin entrada produciendo heridos y desmayos en seguidores de ambas aficiones. Se calcula que alrededor del 30% de las entradas eran falsas y sus portadores se presentaron en los mismos tornos del estadio, hecho que obligó a los organizadores a que cerrasen dichos tornos temporalmente.

Esto, seguramente, no hubiera pasado con un protocolo de UEFA en el que se establecen anillos de seguridad alrededor del estadio a los que ya se accede con la debida entrada. El colapso se hubiera evitado con la llegada más escalonada de los aficionados y mucho antes del comienzo del partido, por lo que seguramente se podría haber evitado un retraso que deja en mal lugar tanto a la CONMEBOL como a los encargados de seguridad de la Copa América estadounidense.

Modélico fue Alemania con la Eurocopa también por comenzar con controles temporales en sus fronteras como medida previa de seguridad de cara a la cita futbolística. La policía germana controlaba a todos los aficionados que entraban desde Polonia, República Checa, Suiza, Austria, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. La ministra de interior alemana Nancy Faeser había señalado en un comunicado antes del inicio de la competición que “la seguridad es la máxima prioridad de la nación durante el torneo”.

AÑOS DE PREPARACIÓN DE ALEMANIA

Alemania y sus agentes del orden llevaban años preparándose para esta cita y durante el torneo se desplegaron 580 agentes de policía extranjeros además de servicios de rescate y emergencias, que estaban preparados para todo, olas de calor, lluvias torrenciales o emergencias graves.

La policía germana en el estadio de Berlín. (Kieran McManus/Shutterstock)

Todo ello contrasta con la imagen de hinchas argentinos y colombianos escalando rejas y alcanzar el interior del estadio para ‘acomodarse’ en los pasillos de acceso viendo que todas las localidades estaban ya ocupadas. Dejar entrar a esas personas de más provocó cierto ‘orden’ y que la policía de Florida volviera a manejar la situación.

MUNDIAL EN AMÉRICA

Este es sólo el principio de lo que le espera a EEUU, México y Canadá, encargados de organizar el próximo Mundial de 2026. Un ensayo ha sido esta Copa América y tanto en la final como en una de las semifinales (altercados en las gradas) los protocolos de seguridad no han funcionado bien. Tienen por delante dos años para seguir trazando los planes de seguridad y prever todo lo posible algunos de los escenarios que podrían encontrarse durante el Mundial de 2026. FIFA estará al mando por aquel entonces y sus protocolos y exigencias, iguales que los de UEFA, sembrarán también un importante aprendizaje para CONMEBOL, CONCACAF y todo el fútbol de América (incluyendo el más mínimo detalle en las infraestructuras de sus estadios).

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