París ha sido testigo de otra edición memorable del Grand Slam de Judo, que ha llegado a su fin en el Accor Arena de Bercy. Durante dos días, algunos de los mejores judokas del mundo ofrecieron actuaciones impresionantes, manteniendo en vilo a los 15.000 espectadores que abarrotaron el recinto. Este torneo, considerado una de las citas más prestigiosas del calendario internacional, volvió a demostrar por qué sigue siendo un evento clave en el mundo del judo.
Más allá de la intensa competencia sobre el tatami, el Grand Slam de París también fue una oportunidad para rendir homenaje a figuras influyentes de este deporte. Entre ellas, Loïc Pietri, campeón mundial en 2013, recibió una emotiva despedida al anunciar su retiro definitivo de la competición. El judoka francés, conocido por su excelencia técnica, fue ovacionado de pie por un público entregado. Otra figura destacada, Sébastien Girardey, quien ha desempeñado un papel crucial en la organización del evento en los últimos años, también fue reconocido antes de emprender un nuevo camino profesional.
Como ya es tradición, la última jornada estuvo marcada por la entrega de los premios anuales de la Federación Internacional de Judo, que no solo celebran a los mejores atletas y entrenadores, sino también a proyectos con un impacto social significativo. Estos premios destacaron la influencia global del judo, reconociendo iniciativas que fomentan la educación, la inclusión social y el desarrollo personal a través del deporte.

Hermosa interpretación de Imagine por Axelle Saint-Cirel en el Grand Slam de París 2025
Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue el reconocimiento a Loretta Cusack-Doyle, ex campeona mundial, quien recibió su 9.º dan de manos del presidente de la IJF, Marius Vizer. La judoka británica, cuya contribución al judo ha sido inmensa tanto como competidora como mentora, aceptó el honor ante una audiencia que supo valorar su dedicación de décadas.
A pocos meses de los Juegos Olímpicos de París 2024, esta edición del Grand Slam tuvo un significado especial, con muchos atletas utilizando el torneo como preparación para el próximo Campeonato Mundial de Judo. Una vez más, el evento confirmó por qué ocupa un lugar tan especial en el corazón de los aficionados al judo en todo el mundo.
Mientras se apagaban las luces y se entregaban las últimas medallas, el Grand Slam de París reafirmó su estatus como un escaparate de talento, resiliencia y los valores únicos que definen este deporte. La edición de 2025 será recordada no solo por su espectáculo deportivo, sino también por la manera en que celebró el pasado, el presente y el futuro del judo.