El karate enfrenta críticas por los fondos del COI y los fracasos en el desarrollo
Farzad Youshanlou
enero 26, 2025

La Federación Mundial de Karate enfrenta críticas crecientes debido a su controvertida decisión de limitar la participación en los Campeonatos del Mundo, una medida ampliamente condenada como discriminatoria dentro de la comunidad del karate.

El karate, con sus orígenes en Okinawa y posteriormente perfeccionado en Japón, comenzó su expansión internacional en la década de 1970. A pesar de las campañas de décadas para asegurar un lugar en los Juegos Olímpicos, el deporte no ha logrado alcanzar este objetivo. A esta decepción se suma un alejamiento de las raíces técnicas del karate, lo que ha dejado a practicantes y expertos desilusionados. El enfoque monopolístico de la WKF en su gestión ha sofocado la innovación y el crecimiento, haciendo que el deporte pierda impulso. Como resultado, el karate se ve cada vez más opacado por otras artes marciales tanto en participación como en atractivo global.

En comparación con el judo y el taekwondo, las dificultades del karate son aún más evidentes. Tanto el judo como el taekwondo han ganado reconocimiento mundial gracias a sus dinámicos eventos olímpicos y sistemas de arbitraje transparentes, que siguen cautivando al público. El karate, en cambio, no ha sabido adaptarse, lo que pone en peligro su futuro. Para añadir presión, el Muay Thai, recientemente reconocido por el Movimiento Olímpico, está avanzando significativamente hacia su inclusión olímpica, destacando aún más las carencias del karate.

A pesar de la exclusión del karate de los Juegos Olímpicos, el presidente de la WKF, Antonio Espinós, quien lidera la federación desde 1998, se ha negado a dimitir o asumir la responsabilidad por este fracaso. En su lugar, Espinós implementó una política controvertida que restringe la participación en los Campeonatos del Mundo a los 32 mejores atletas en cada categoría, basándose exclusivamente en el ranking de la WKF. Esta medida ha alienado a gran parte de la comunidad del karate, especialmente a los atletas de Sudamérica y África, quienes ahora enfrentan barreras significativas para competir en el escenario mundial.

FONDOS DEL COMITÉ OLÍMPICO INTERNACIONAL

Entre 2020 y 2023, la WKF recibió 3,391,102 francos suizos (aproximadamente 3.75 millones de dólares) en financiamiento del Comité Olímpico Internacional. A pesar de este apoyo financiero sustancial, los fondos no se han asignado de manera efectiva para priorizar programas educativos o expandir las oportunidades para atletas en regiones desfavorecidas.

Los Campeonatos Africanos de Karate Junior, Cadete y Sub-21 de 2024, celebrados en Túnez, pusieron de manifiesto estos desafíos, con menos de la mitad de las 54 naciones africanas participando. Si bien la popularidad desigual del karate en el continente juega un papel, el problema más apremiante es la falta de equipos de entrenamiento adecuados y recursos educativos en muchos países africanos. Esta disparidad quedó evidente en los Campeonatos Mundiales de Karate de 2018, donde África estuvo representada por solo 174 atletas de un total de 1,117 participantes. El continente consiguió únicamente cuatro medallas de bronce, todas del norte de África: dos de Egipto y una cada una de Marruecos y Argelia.

La situación es igualmente preocupante en Sudamérica. Muchos países de este continente enfrentan desafíos similares debido a lo que parece ser una falta de atención a sus necesidades en las políticas de la WKF. La falta de inversión equitativa en programas de entrenamiento, desarrollo y educación para atletas en África y Sudamérica subraya una negligencia sistémica que obstaculiza el crecimiento global del karate.

GERMAN OPEN Y PARIS OPEN

El declive de eventos icónicos como el Paris Open y el German Open refleja la vitalidad menguante del karate en el escenario global. En su momento, estos eventos fueron considerados dos de los torneos más prestigiosos de Europa, reconocidos por atraer a los mejores atletas de todo el mundo y por su energía e inclusividad. El German Open, brevemente rebautizado bajo el nombre de Karate 1 Premier League, ha sido descontinuado por completo, marcando una pérdida significativa para el deporte. Mientras tanto, el Paris Open, aunque sigue activo, ha sufrido una transformación que le ha restado gran parte de su encanto original. Antes, como una competencia abierta que acogía a atletas de todos los niveles y ofrecía una plataforma para el compromiso significativo, ahora está dirigida principalmente a competidores de alto rango. Bajo las políticas de la WKF, la participación se ha reducido a solo 375 atletas. A pesar de esta exclusividad, la calidad de la competencia no ha mejorado y, en algunos aspectos, ha disminuido, dejando al evento como una sombra de lo que fue.

Desde 2022, la Federación Mundial de Karate parece haber mantenido su dependencia de los fondos del COI mientras ignora los valores olímpicos fundamentales que reconocen el deporte como un derecho universal y buscan proporcionar oportunidades para que todas las personas participen en deportes competitivos. La WKF se distingue como la única federación deportiva internacional que, por un lado, aspira a formar parte de los Juegos Olímpicos y, por otro, restringe sus Campeonatos del Mundo y Ligas de Karate a un grupo selecto de atletas. Estos suelen ser quienes poseen los medios financieros y las condiciones de vida favorables para aprender, entrenar y competir al nivel requerido por los estándares globales para alcanzar altos rankings. Mientras tanto, aquellos que carecen de dichos recursos quedan sin acceso a oportunidades educativas o de desarrollo dentro del deporte.

Últimas Noticias