Christophe Pinna, un nombre sinónimo de grandeza en el mundo del karate, expresó su profunda preocupación por el estado actual de este deporte. Para muchos entusiastas, Pinna es más que un campeón mundial; es un símbolo de la era dorada del karate en los años 90. Sus icónicas patadas altas, que alguna vez deslumbraron a las audiencias y dejaron a sus oponentes sin respuesta, siguen siendo insuperables.
La memorable victoria de Pinna en el Campeonato Mundial de 2000 en Múnich, Alemania, aún se celebra. En aquella final dramática, derrotó decisivamente al italiano Benetello, obteniendo la medalla de oro en la categoría de peso abierto de la WKF, un testimonio de su habilidad y dominio en el deporte.
Con los Juegos Olímpicos de París en el horizonte, era el momento perfecto para sentarse con Pinna en lo que nosotros, los periodistas, llamamos una entrevista, pero que él describió como una charla amistosa. Esta conversación es particularmente oportuna dado el reciente aluvión de críticas dirigidas al Comité Olímpico Internacional (COI) por la exclusión del karate en los Juegos de París 2024. Los críticos han señalado estadísticas e investigaciones provenientes de fuentes sin credibilidad científica y no reconocidas por el COI.
La pasión de Pinna por el karate fue evidente durante toda nuestra conversación. Cuando mencioné cómo ha evolucionado el deporte y cómo algunos creen que ha perdido su atractivo, respondió con un suspiro de pesar. «En los últimos años,» dijo Pinna, «las reglas de las competiciones de karate se han vuelto incomprensibles para el público en general y son totalmente inconsistentes con un deporte de combate. Además, las reglas cambian de una competición a otra, dejando incluso a los atletas confundidos. Hoy en día, un árbitro puede determinar arbitrariamente el resultado de un combate.»
Nuestra conversación se centró luego en Antonio Espinós, el presidente de la Federación Mundial de Karate (WKF). Pinna compartió sus preocupaciones sobre la dirección que ha tomado el karate bajo el liderazgo de Espinós y expresó su profundo pesar de que la WKF se haya desviado de su curso. Sus años con el equipo nacional de karate de Francia le proporcionaron una visión de cómo los jóvenes atletas podrían no ser conscientes de las dinámicas políticas que influyen en su deporte, aceptando fácilmente cualquier propaganda circundante.
«Pinna aclaró,» no debemos confundirnos: el karate no fue incluido por el Comité Organizador de París 2024, pero no fue directamente excluido por el COI. Sin embargo, es seguro que se hicieron recomendaciones por parte del COI, y una posible razón podría ser que el presidente del COI no quiso colaborar con Antonio Espinós, quien es ampliamente percibido como carente de transparencia.»
La perspectiva de Pinna se alinea con un sentimiento más amplio. Como cuna de la WKF, Francia ha sido una fuerza dominante en el karate, destacándose tanto en kata como en kumite. Parece injusto exigir transparencia al COI cuando Espinós mismo es visto como opaco. La exclusión del karate de los Juegos de París, por lo tanto, merece una cuidadosa consideración.
Ambos coincidimos en que la WKF merecía alcanzar los niveles más altos del deporte y los Juegos Olímpicos, pero su estructura actual hace que esto parezca improbable.
Cuando le pregunté a Pinna sobre el futuro del karate, comentó: «A menos que haya cambios significativos, el karate no será incluido en los Juegos Olímpicos. Lamentablemente, remover a los que están en el poder es muy difícil, lo que lleva a personas como yo a volverse indiferentes al destino del karate. Antonio Espinós ha establecido una dictadura, y políticamente, removerlo—al menos desde mi perspectiva—parece imposible. En consecuencia, con gran pesar, observo cómo el karate lucha por mantenerse.»
Hablar de lo que le ha sucedido al karate a lo largo de los años parecía ser difícil para Pinna. Perdió a su madre cuando era muy joven y, poco después, su padre sucumbió al cáncer. Desde una edad temprana, el karate se convirtió en una parte integral de su vida—lo respiraba, lo vivía. Ahora, al entrar en su quinta década, el karate sigue siendo su pasión de vida. Después de despedirme de Christophe, me encontré momentáneamente perdido en mis pensamientos, recordando a las estrellas que alguna vez brillaron en los campeonatos mundiales de esa era.