Participar en unos Juegos Olímpicos es algo que se planea -y sueña- con mucho tiempo de antelación. Ejemplo de ello es una estrella del deporte mundial como Caroline Wozniacki, tenista danesa y exnúmero 1 del mundo que ansía con acudir al evento deportivo por antonomasia. Para ello, antes de pisar París 2024 ha tenido que sufrir y planificar su vuelta a las pistas.
La danesa regresó al circuito en agosto del año pasado después de tener dos hijos en tres años y medio que le ha mantenido alejada del deporte de alta competición. Una vez de vuelta, los Juegos Olímpicos son uno de los alicientes para volver, “una de las razones por las que regresé fue para jugar en los Juegos Olímpicos”.
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Dicho regreso no está siendo sencillo: perdió en cuarta ronda del US Open en septiembre, en cuartos de Indian Wells y defendiendo los colores de Dinamarca ha perdido sus siete últimos partidos antes de retirarse contra Sinja Kraus en la derrota de Dinamarca en la Billie Jean King Cup ante Austria.
ROLAND GARROS Y SUS ÚLTIMAS OPORTUNIDADES
La tenista, que cumplirá 35 años este mes de julio, sufre artritis reumatoide y debe medir más su agenda de torneos para cuidar su estado de forma. En la temporada de tierra, acaba de jugar en Madrid perdiendo en segunda ronda contra Errari, aunque como dice la propia Caroline: “La tierra batida es diferente”. Ahora viene Roland Garros y Wokniacki tiene trabajo que hacer en el polvo de arcilla para poder competir en el evento deportivo más grande del mundo.
Actualmente es la número 118 del mundo y tiene la esperanza de clasificarse para París 2024 como una de las 56 aceptaciones directas en el cuadro individual femenino. Ahora mismo, Angelique Kerber y Naomi Osaka encabezan la lista para esa clasificación si no se clasificaran por ranking, además de Emma Raducanu y Bianca Andreescu que, como Wozniacki, son campeonas de Grand Slam y están fuera del top 100 del ranking.
La danesa ha competido en tres Juegos Olímpicos, alcanzando la tercera ronda en Pekín 2008, cuartos de final en Londres 2021 y segunda ronda en Rio 2016. Preguntada por si prefiere otro Grand Slam o una medalla olímpica, la tenista responde que elegiría cualquiera de las dos, “pero a mí personalmente me encantaría conseguir una medalla olímpica”. Un oro, plata o bronce pesa tanto como una ‘Copa de los Mosqueteros’. Esa es la magia olímpica.