Una ola de protestas en torno al proceso electoral de la Federación de Karate de Irán ha generado fuertes críticas por parte de veteranos del karate iraní y conocedores del deporte.
Houman Asgari, candidato en las elecciones presidenciales de la federación que perdió ante Hassan Tabatabaei hace dos años, logró impugnar los resultados en los tribunales. En noviembre de 2024, el tribunal falló a su favor, citando pruebas de fraude electoral y anulando los comicios. Esta decisión despojó efectivamente a Tabatabaei de su puesto, un cargo que había sido reconocido por la Federación Mundial de Karate.
Tras la destitución de Tabatabaei, el Ministro de Deportes de Irán, Ahmad Donyamali, designó a Mazda Soufi como administrador provisional de la federación hasta la celebración de nuevas elecciones. Sin embargo, el pasado de Soufi suscita inquietudes. Anteriormente dirigió una organización regional de karate en el norte de Irán, pero fue destituido de ese cargo debido a acusaciones de falsificación de documentos.
A diferencia de muchos países donde las federaciones deportivas operan de manera independiente, las organizaciones deportivas iraníes están fuertemente influenciadas por políticas gubernamentales. Los nombramientos y destituciones suelen requerir la aprobación del Ministerio de Deportes y, en algunos casos, de autoridades gubernamentales superiores. Por ello, los candidatos que aspiran a la presidencia de federaciones deportivas en Irán deben primero superar un proceso de selección ministerial.
A pesar de no ser reconocido oficialmente como presidente de la federación, Mazda Soufi ha implementado varios cambios dentro de la organización. Estas acciones han generado especulaciones de que podría estar allanando el camino para asegurar la presidencia para un candidato afín. Esta estrategia ha provocado un rechazo significativo, que llevó a la renuncia de dos figuras prominentes del karate iraní: Alireza Ehsani, secretario del Comité Técnico de la federación y fundador del estilo Shito-Ryu en Irán, y el Dr. Saeed Nikookheslat, director técnico de los equipos nacionales de karate de Irán.
REUNION EN DUBAI
Las críticas hacia Mazda Soufi también se extienden a acusaciones de colusión. Poco después de la destitución de Tabatabaei, Soufi, acompañado por Javad Salimi, un árbitro sancionado por la WKF con una prohibición de cinco años, se reunió con Nasser Alrazooqi, presidente de la Federación Asiática de Karate. Estas reuniones han sido criticadas por socavar el principio de autonomía en las elecciones de las federaciones nacionales, un principio que el propio Alrazooqi ha sido acusado de violar.
A nivel global, la Federación Mundial de Karate, liderada por Antonio Espinós, enfrenta críticas crecientes por la falta de directrices transparentes en torno a las elecciones de federaciones nacionales, así como a los procesos de afiliación y desafiliación. Espinós, quien ocupa la presidencia de la WKF desde 1998 sin enfrentar oposición, también preside la Federación Europea de Karate. De manera similar, en la Federación Asiática de Karate, Nasser Alrazooqi sucedió al taiwanés Kuang-Huei Chang tras la jubilación de este último.
Estos acontecimientos subrayan problemas más amplios en la gobernanza del karate, tanto en Irán como a nivel internacional, mientras crecen los llamados a favor de la transparencia y la reforma. Los próximos meses podrían ser decisivos para el futuro del deporte en Irán y más allá.