Ley Diarra: el fallo judicial de que puede revolucionar el mercado de fichajes del fútbol para siempre
Víctor García
octubre 4, 2024

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha emitido este viernes un veredicto en contra de las reglas de la FIFA en el caso del exfutbolista Lassana Diarra, quien jugó en clubes como el Real Madrid, PSG, Chelsea o Arsenal. «La normativa en cuestión (de la FIFA) puede obstaculizar la libre circulación de los futbolistas profesionales que desean desarrollar su actividad yendo a trabajar a un nuevo club. Así, dichas normas suponen que los jugadores y los clubes que deseen ficharlos queden expuestos a riesgos jurídicos importantes, a riesgos económicos imprevisibles y potencialmente muy elevados y a riesgos deportivos serios que, considerados en su conjunto, pueden obstaculizar la transferencia internacional de esos jugadores», declaró el TJUE. Este fallo gira en torno al funcionamiento del mercado de transferencias y fichajes, y puede cambiar radicalmente las reglas del fútbol mundial, ya que la sentencia afecta a las normativas vigentes de la FIFA en relación con las transferencias de jugadores.

“La FIFA ha tomado nota de la sentencia emitida hoy por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en relación al caso que involucra al jugador Lassana Diarra. La FIFA está satisfecha de que la legalidad de los principios clave del sistema de transferencias haya sido reconfirmada en el fallo de hoy. La sentencia sólo cuestiona dos párrafos de dos artículos del Reglamento de la FIFA sobre el estatuto y la transferencia de jugadores, que ahora el tribunal nacional está invitado a examinar. La FIFA analizará la decisión en coordinación con otras partes interesadas antes de hacer más comentarios”, ha respondido FIFA a la sentencia.

La disputa comenzó en el verano de 2014, cuando Diarra jugaba en el Lokomotiv de Moscú y tuvo un conflicto con el club ruso debido a un desacuerdo sobre su salario. El Lokomotiv consideró que Diarra había incumplido su contrato y decidió rescindirlo, además de demandarlo ante el Comité de Resolución de Disputas de la FIFA, solicitando una indemnización. La FIFA falló a favor del Lokomotiv y multó a Diarra con 10,5 millones de euros. Mientras tanto, Diarra recibió una oferta de contrato del Charleroi de Bélgica, pero el club belga exigía la confirmación de que no sería responsable de los pagos adeudados al Lokomotiv si fichaban al jugador. La FIFA no ofreció estas garantías, ya que, según sus normas, es necesario que se conceda un certificado de transferencia internacional, el cual no fue otorgado debido a la deuda con el Lokomotiv.

El caso pasó por diversas instancias hasta que, en diciembre de 2015, Diarra presentó una demanda legal contra la FIFA y la liga belga por pérdida de ingresos. Esto desencadenó un proceso judicial prolongado que, eventualmente, llevó el caso al TJUE. El tribunal de apelación belga solicitó la opinión del TJUE, ya que el caso involucra dos principios clave del derecho de la Unión Europea: la libertad de movimiento de los individuos y la preservación de la competencia en los mercados internos.

El abogado general del TJUE, Maciej Szpunar, había emitido una opinión legal este año, la cual servirá de guía para el tribunal. En su análisis, Szpunar señaló tres cuestiones clave: si la FIFA vulneró los derechos de libre movimiento de Diarra al negarle la autorización para unirse al Charleroi, si la obligación impuesta a los clubes compradores de cubrir los costes del traspaso de un jugador afecta su capacidad de negociar, y si las reglas de la FIFA están diseñadas para generar estos resultados. En los tres casos, Szpunar argumentó que las reglas de la FIFA van en contra de los principios de la UE.

¿TOTAL LIBERTAD PARA JUGADORES Y AGENTES?

Las posibles consecuencias del fallo -que dicta que las normas de la FIFA son contrarias al derecho europeo-, podría posibilitar a una reestructuración importante del mercado de transferencias, que daría más poder a los jugadores y sus agentes, permitiendo que los futbolistas puedan romper contratos sin penalizaciones para los nuevos clubes. Esto generaría incertidumbre sobre las tasas de transferencias y las negociaciones contractuales.

Esta decisión en contra de la FIFA también podría tener grandes repercusiones en la economía de muchos clubes, especialmente los que dependen de la compraventa de jugadores para mantenerse a flote. Los clubes más grandes podrían verse beneficiados, ya que tendrían más capacidad de atraer a jugadores que deseen romper sus contratos en busca de mejores oportunidades, mientras que los clubes más pequeños podrían perder el control sobre los movimientos de sus futbolistas.

Este caso ha sido comparado con la Ley Bosman de 1995, que permitió a los jugadores dejar sus clubes una vez finalizados sus contratos. Sin embargo, esta situación va un paso más allá, ya que afecta a los jugadores en pleno contrato, permitiéndoles salir de sus clubes en cualquier momento.

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