Un escándalo de agresión sexual que involucra a miembros del equipo de atletismo de Irán durante el Campeonato Asiático de Atletismo 2025 en Corea del Sur ha provocado una gran indignación en Irán, aumentando la presión para que el Ministro de Deportes y Juventud, Ahmad Donyamali, renuncie.
El 31 de mayo, la policía surcoreana arrestó a dos atletas iraníes, Hossein Rasouli y Masoud Kamran, junto con el entrenador nacional Amir Moradi, acusados de agredir sexualmente a una mujer surcoreana de 20 años. Según los informes, el incidente ocurrió en el hotel donde se alojaba la delegación iraní, en la ciudad de Gumi. La joven conoció a uno de los atletas en un bar y posteriormente fue llevada al hotel, donde presuntamente ocurrió la agresión.
Reacción pública en Corea del Sur
Las autoridades surcoreanas clasificaron el caso como ‘violación especial’, una categoría legal que se aplica a las agresiones sexuales grupales y conlleva penas severas. Los arrestos han generado gran cobertura mediática en Corea del Sur y han provocado una fuerte reacción pública. Aunque hasta el momento no se han emitido comunicados oficiales por parte de grupos de defensa de los derechos de las mujeres, el caso ha encendido un intenso debate en redes sociales y en el ámbito público.
Por separado, otro atleta iraní fue arrestado anteriormente durante el mismo campeonato por sospechas de robo. Aunque fue liberado tras pagar una multa, el incidente aumentó la vergüenza diplomática en torno a la delegación iraní. Críticos afirman que la acumulación de estas conductas refleja una falta de supervisión y liderazgo dentro de las altas esferas del deporte iraní.
Atletas iraníes exigen rendición de cuentas
En Irán, las repercusiones políticas no se han hecho esperar. Aunque el gobierno no ha emitido ninguna declaración oficial, las demandas de dimisión del ministro Donyamali se han intensificado en redes sociales. El hashtag ‘Donyamali debe renunciar‘ fue tendencia el 3 de junio, y activistas cívicos afirman que se han producido protestas simbólicas en Teherán y otras ciudades. Muchos iraníes consideran que el escándalo es consecuencia de negligencia institucional y de la ausencia de estándares profesionales y éticos en la selección y supervisión de atletas.
La crisis también se trasladó a las calles de Teherán. El 3 de junio, un grupo de atletas de pista y campo iraníes, entrenadores y simpatizantes se congregaron frente al Ministerio de Deportes y Juventud para protestar por el escándalo y exigir responsabilidades. Los manifestantes corearon consignas contra el presidente de la Federación, Ehsan Haddadi, exigiendo su destitución inmediata. Aunque la protesta fue en gran medida pacífica, algunos informes indican que finalmente fue disuelta por fuerzas de seguridad. Imágenes del evento se difundieron en redes sociales, intensificando los llamados a una reforma profunda en las instituciones deportivas iraníes.
Un ministerio sin profesionalizar
Ahmad Donyamali, nombrado ministro en 2024, cuenta con experiencia en gestión deportiva y anteriormente fue presidente de la Federación Iraní de Piragüismo, además de diputado en el Parlamento. Sus críticos lo acusan de no haber profesionalizado el ministerio, de tolerar conductas inapropiadas en las federaciones nacionales y de permitir la interferencia política en el ámbito deportivo. Escándalos previos, incluyendo casos de
dopaje y disputas administrativas, ya habían puesto su gestión en entredicho antes de esta crisis.
El escándalo se produce en un contexto de creciente tensión política en Irán. El gobierno del presidente Masoud Pezeshkian, enfrentado a un parlamento dominado por sectores ultraconservadores y a una ciudadanía cada vez más frustrada por la situación económica y social, ya ha tenido que lidiar con la salida de varios altos funcionarios. Aunque Donyamali aún no ha respondido públicamente, observadores políticos indican que el ministerio podría verse obligado a tomar medidas visibles para contener el daño. Para muchos, la cuestión ya no es si habrá responsables, sino hasta qué nivel del poder llegarán las consecuencias.