Amnistía Internacional ha organizado un funeral simbólico en protesta por la aprobación por parte del parlamento francés del uso de sistemas de cámaras de vigilancia mejoradas con IA durante los Juegos Olímpicos. La protesta ha tenido lugar esta semana en el cementerio parisino de Père Lachaise, advirtiendo de los peligros de utilizar esta tecnología en los París 2024.
Desde el gobierno de Francia afirman que esta tecnología es necesaria para gestionar los millones de personas que van a estar en París durante los juegos y así poder detectar posibles peligros. Además, advierten de que la cámaras no procesarán datos biometricos ni utilizarán reconocimiento facial. Los críticos con este sistema y Amnistía Internacional argumentan que allana el camino para un reconocimiento facial generalizado y amenaza las libertades básicas.
En la escenificación del funeral, los miembros de Amnistía Internacional portaban un ataúd con una pancarta encima con el lema “no enterramos la privacidad. No al reconocimiento facial”. Además comentan que el reconocimiento facial ya se ha probado en Francia, concretamente en Niza durante el carnaval de 2019.
Mher Hakobyan, asesor de Amnistía Internacional en materia de IA afirmó que “los políticos han aclamado la Ley de IA como un modelo global para la regulación de la misma pero la legislación no incluye principios básicos de derechos humanos”. Además comentó que “es decepcionante que la UE haya priorizado los intereses de la industria y aplicación de la ley por encima de la protección de las personas y sus derechos humanos”.
Por otro lado, Eliza Aspen, investigadora de Amnistía Internacional afirma que “la protección de los derechos humanos no debe sacrificarse en aras del beneficio privado” y añade que “los estamos no tienen obligaciones con las empresas privadas. Lo que si tienen es la obligación de garantizar que tanto los actores estatales como los no estatales respeten los derechos humanos de las personas en movimiento”.