Los Juegos Olímpicos representan mucho más que la competencia por medallas. Son una celebración de valores universales como el respeto, la excelencia y la amistad. En línea con esta tradición, el 19 de mayo se celebra por primera vez el Día Mundial del Juego Limpio, instaurado oficialmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas en julio de 2024. El Comité Olímpico Internacional (COI) ha aprovechado esta fecha para recordar cómo la deportividad ha sido un pilar fundamental del Movimiento Olímpico a lo largo de su historia.
Desde 1920, los atletas olímpicos han jurado competir con auténtico espíritu deportivo durante la Ceremonia de Apertura. Este compromiso ha inspirado innumerables gestos de nobleza en las distintas ediciones de los Juegos, reforzando la idea de que el juego limpio no es solo un valor ideal, sino una práctica constante que eleva el deporte a su máxima expresión.
Momentos inolvidables de juego limpio en los Juegos Olímpicos
En París 2024, la gimnasta canadiense Ellie Black fue reconocida con el Premio Fair Play tras consolar a su compañera francesa Mélanie de Jesus dos Santos en un gesto que conmovió al mundo entero. Black destacó que el deporte va más allá de los resultados y que esos momentos de apoyo mutuo son la esencia de la competencia. Este acto se suma a otros recordados episodios, como el de Tokio 2020, cuando las finalistas de skateboarding femenino alzaron a su compañera Misugu Okamoto tras una caída, premiadas colectivamente por su solidaridad.
La historia del olimpismo también guarda gestos que trascendieron la competencia, como el de Nikki Hamblin en Río 2016, al detenerse para ayudar a su rival Abbey D’Agostino tras una caída, o el del entrenador noruego Bjørnar Håkensmoen en Turín 2006, quien ofreció su equipo a una rival directa. Incluso en los primeros Juegos de Invierno modernos, Eugenio Monti se convirtió en símbolo del juego limpio al ayudar a sus contrincantes en Innsbruck 1964, lo que le valió el primer Trofeo Mundial Pierre de Coubertin. Estas acciones ejemplifican cómo el espíritu olímpico sigue vivo y vigente, y son el motivo por el cual el Día Mundial del Juego Limpio ya forma parte del calendario deportivo global.