El nadador australiano James Magnussen, dos veces campeón mundial de los 100 metros libres (2011 y 2013), además de una plata y dos bronces olímpicos (entre Londres 2012 y Río 2016), ha confirmado su participación en los Enhanced Games, un evento deportivo que ha generado gran polémica por permitir el uso de sustancias para mejorar el rendimiento. Este evento, que se celebrará del 21 al 24 de mayo de 2026 en Las Vegas, busca posicionarse como una alternativa a las competiciones tradicionales, desafiando las normas globales de antidopaje… y prometiendo premios de 500.000 dólares a los ganadores y de 1 millón de dólares a quien supere un récord mundial.
World Aquatics, la organización que regula la natación a nivel mundial, ha respondido con firmeza a esta iniciativa. En un comunicado, anunció que cualquier atleta, entrenador o personal médico que participe o apoye eventos que promuevan el uso de sustancias prohibidas será excluido de sus competiciones oficiales. Husain al-Musallam, presidente de World Aquatics, declaró que “aquellos que habiliten el deporte dopado no son bienvenidos en nuestra organización ni en nuestros eventos”.
Magnussen, uno de los pocos deportistas profesionales que ha confirmado su participación, ya está de salida en la natación profesional y tal vez le dé igual no volver a una competición de World Aquatics. No obstante, no tendrá una despedida sana y agradable de la natación si participa finalmente en una competición que no va con los valores éticos y morales que siempre ha defendido la organización bajo la que tantos éxitos ha cosechado el australiano.
Qué son los Enhanced Games
Los Enhanced Games, fundados por el empresario (también) australiano Aron D’Souza, se presentan como una plataforma revolucionaria que normaliza el uso de mejoras farmacológicas y tecnológicas en el deporte. Según los organizadores, los atletas podrán competir de manera natural, seguir protocolos de mejora o participar en ensayos clínicos con medicamentos designados como “Investigational Medicinal Products” por la FDA.
El evento contará con disciplinas como natación, sprint y levantamiento de pesas, y promete premios de hasta 500.000 dólares por competición, además de bonificaciones de un millón de dólares por romper récords mundiales en pruebas como los 100 metros lisos o los 50 metros libres.
Críticas al evento y su impacto en el deporte global
La propuesta de los Enhanced Games ha sido duramente criticada por organismos antidopaje y federaciones deportivas. Travis Tygart, director de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos, calificó el evento como “un espectáculo peligroso, no un deporte real”. Por su parte, la Agencia Mundial Antidopaje advirtió que este tipo de iniciativas pone en riesgo la salud y el bienestar de los atletas al promover el uso de sustancias potentes que deberían ser prescritas únicamente para necesidades terapéuticas específicas.
El evento cuenta con el apoyo financiero de figuras vinculadas al presidente estadounidense Donald Trump. Entre los principales inversores se encuentran 1789 Capital, cofundada por Donald Trump Jr., y el grupo de inversión Apeiron de Peter Thiel. Aron D’Souza, fundador de los Enhanced Games, ha destacado la importancia de este respaldo político y cultural, considerándolo más valioso que cualquier inversión económica.