La revisión en vídeo era clara y la sonrisa que por detrás asomaba en el rostro de Ahmed Solyman anunciaba un desenlace que hace minutos se venía trabajando. El técnico egipcio, quien hace cinco años es la cabeza técnica del karate en Chile, se mostraba orgulloso ante el logro que su pupila, la más lista de la clase, Valentina Toro, estaba consiguiendo. La chilena de 24 años cerraba así la final de los 55 kilos en el kumite en la Premier League de El Cairo de la semana pasada, con un waza-ari que dejaba 10-2 el marcador y le otorgaba de paso el título más importante de su aún joven carrera. Una patada perfecta, con la pierna derecha paralela al piso y directo a la altura media de su contrincante, la elevaban de golpe hasta la cima del mundo.
La deportista se subía a lo más alto del podio de su categoría en la principal competencia de karate del planeta. Cuatro fechas componen la Premier League y en cada uno de sus eventos participan solamente los 32 mejores competidores del mundo. Valentina ya había amenazado con ser campeona un mes antes, cuando el bronce conseguido en Antalya, etapa previa a la jornada disputada en Egipto, solo le abría el apetito para trabajar de cara a la medalla más trascendente que se haya colgado.
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Los resultados de Valentina se explican por sí solos al conocer todo el esfuerzo que hubo detrás. Es hija única, creció en Santiago, capital de Chile, donde desde pequeña conoció el deporte. Su padre la acompañaba desde los seis años a entrenar, en los primeros pasos para la que hoy ya es una estrella mundial en su disciplina. Pero no ha sido fácil. Cuenta incluso que se levantaba a las cinco de la mañana para empezar su día con karate antes de ir al colegio. Como deportista fue quemando etapas hasta llegar al puesto 3 del ranking mundial en su categoría. La mejor posición de su carrera y que consiguió tras su éxito en El Cairo.
Valentina, sin embargo, lleva tiempo deslumbrando al mundo del karate. Fue campeona mundial sub 19, es actual campeona en el panamericano específico y también medallista de oro en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, donde pudo competir en casa y recibir el apoyo de un público chileno que llegó en masa a cada uno de los recintos del mega evento deportivo más importante que haya albergado el país.
LICENCIADA E INFLUENCER
Y hasta el momento solo hemos hablado de deporte, pero Valentina es mucho más que eso. En diciembre de 2023 y tras haber suspendido momentáneamente sus estudios para enfocarse en los Juegos Panamericanos, la karateca recibió su licenciatura en Ingeniería Civil Industrial, que estudió en la Universidad de Santiago de Chile. Es la primera de su familia que consigue estudiar en la universidad, acompañada además de sus grandes resultados en el karate.
Todo lo anterior, además, lo ha expuesto la misma deportista en sus redes sociales. Con Santiago 2023 y sus logros personales, su figura se ha visto realzada y miles han comenzado a seguirla. Ella también responde a esa exposición y publica como influencer. En Instagram tiene 213 mil seguidores, en un espacio donde postea fotos personales y de sus competencias. También tiene un canal de YouTube con 2,4 mil suscriptores que gozan con sus vlogs de viajes, donde se le ha podido conocer más por fuera del tatami. En TikTok, finalmente, tiene 46,9 mil seguidores y ha recibido más de 1,4 millones de me gusta en sus publicaciones. En esa red interactúa con el público, se muestra con simpatía, responde preguntas y se suma con bailes y fotos a los trends de moda.
Más allá del tatami, las patadas y las medallas, Valentina es una deportista completa. Una atleta integral, licenciada en ingeniería y ejemplo para multitudes en las redes sociales.