Antes de comenzar cada competición de los Juegos Olímpicos de 2024, el público puede ver a una persona, que generalmente suelen ser exdeportistas, dar tres golpes al suelo con un bastón que resuenan en cada sitio antes de que comience el evento. De inspiración teatral, esta tradición ha encontrado su lugar también en el deporte.
Se trata de un brigadiar, un bastón utilizado en el teatro para dar estos famosos tres golpes. Se trata de un gesto simbólico que se utiliza antes de cada obra teatral para atraer la atención del público, especialmente cuando se va a levantar el telón.
TRADICIÓN CON ORIGEN INCIERTO
Entre las primeras hipótesis encontramos una teoría que data de la Edad Media, lo tres golpes se daban antes de cada actuación que simbolizaban así la Trinidad, “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
Según otra hipótesis, los tres planos representan los tres grupos primordiales del teatro: los actores, los espectadores y la historia que está a punto de desarrollarse.
Finalmente, otro menciona las tres reverencias que realizan los actores durante cada espectáculo: de cara al público, del lado del jardín y del lado del patio. Un símbolo democratizado posteriormente por Molière, en el siglo XVII, que utilizó los tres golpes para anunciar la llegada del rey, la reina y el delfín a la sala.
LA PRIMERA VEZ EN LOS JUEGOS
Anunciado por Tony Estanguet, presidente de París 2024, el pasado domingo en el principal centro de prensa, este ritual es una de las grandes novedades de estos Juegos Olímpicos.
El Comité Organizador de los Juegos quiso así, a través de esta asociación entre deporte y teatro, rendir homenaje a la tradición cultural francesa. Una manera de celebrar el fuerte patrimonio artístico y teatral de Francia, reconocido en todo el mundo. Esto, obviamente, respetando la importancia histórica de los Juegos Olímpicos.
Además del símbolo cultural, esta tradición quiere imponer una cierta dimensión solemne y ceremonial al evento, destacando la importancia de respetar las actuaciones de los atletas.
Por otro lado, esta ceremonia -prevista antes de cada sesión de cada disciplina- pretende crear un fuerte vínculo entre espectadores y deportistas. Estas tres tomas son un recordatorio de que cada evento es una actuación única que merece la atención y el respeto del público. Todos deben jugar, habiendo sido informados previamente, se invita a los espectadores a guardar un momento de silencio cuando se escuchan los tres disparos, como en el teatro.