El Comité Olímpico Internacional (COI) ha establecido una hoja de ruta con el boxeo por la que, si nadie lo remedia, desaparecerá tras estos Juegos Olímpicos de París 2024. El boxeo olímpico comienza a morir al haber cortado definitivamente las relaciones con la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) y todas las federaciones nacionales que estén alineadas con esta, tal y como informó el COI en un comunicado de este jueves: «Cada CON tendrá que excluir a su respectiva federación nacional de boxeo». ¿Las consecuencias? Dichas federaciones nacionales terminarán su relación con sus respectivos comités olímpicos y, por tanto, con financiación para desarrollar programas de boxeo olímpico. Su adiós está muy próximo salvo que alguien de ‘guante blanco’ revitalice el proyecto.
Este miércoles, la IBA anunció golosos premios para los medallistas olímpicos en París: 100.000 dólares a cada oro, 50.000 dólares a cada plata y 25.000 dólares a cada bronce. La respuesta del COI, un día después, ha sido la de “tomar nota de los premios económicos” dejando claro que “no está claro de dónde viene el dinero” y que precisamente “esta total falta de transparencia financiera fue una de las razones por las que el COI retiró su reconocimiento a la IBA”. Actualmente, la IBA no ha explicado de forma concisa las fuentes de su financiación, cuya total dependencia parece proceder de un único patrocinador, la empresa estatal rusa Gazprom.
Ante esta situación, además de los casos de corrupción y amaños de 11 combates de Río 2016 -estando el boxeo bajo el amparo de la antigua AIBA (de donde nace la IBA)-, el COI decidió organizar él mismo los torneos preolímpicos y olímpicos para Tokio y París, pero no está dispuesta a repetir para Los Ángeles 2028, por lo que ahora mismo considera que el boxeo no estará en esa cita olímpica si nadie lo remedia.
En este caso, las consecuencias puedes ser devastadoras para el boxeo en todo el mundo teniendo en cuenta que los comités olímpicos nacionales se verán obligados a excluir a sus respectivas federaciones nacionales de boxeo y que “cualquier boxeador cuya Federación Nacional se adhiera a la IBA no podrá participar en los Juegos Olímpicos LA28”, apunta el COI. De este modo, dichas federaciones verán recortado sustancialmente su presupuesto. La entrada de capital por parte de los gobiernos nacionales será mucho menor porque ya no será una federación olímpica.
EL BOXEO, REDUCIDO A PEQUEÑOS EVENTOS PRIVADOS
De esta manera, y observando la tendencia actual, da la impresión de que el deporte de las cuatro cuerdas quedará reducido al ámbito de pequeños eventos privados de boxeo profesional, con escaso desarrollo de jóvenes atletas ni eventos internacionales de gran magnitud. Sin desarrollo y con menos visibilidad, parece apagarse la llama de un deporte que fue olímpico por primera vez en 1904.
¿Cuál es la solución para evitar este deceso? Lamentablemente, a ojos del COI no existe una alternativa seria en la actualidad. La otra federación internacional, World Boxing, dejó de crecer, no es sostenible económicamente, no cuenta con un programa de competiciones, no posee una infraestructura real y, lo más grave, sus integrantes son parte del pasado de la AIBA, con la cual el COI no quiere tener ninguna relación.
[Lee el comunicado completo del COI sobre la IBA]
Ante semejante panorama, “el boxeo olímpico necesita ser organizado por una federación internacional creíble y bien gobernada”, explicaba el COI en su comunicado de este jueves. Por tanto, es absolutamente necesaria la creación de un organismo que lidere un nuevo boxeo internacional, que no tenga nada que ver con el pasado y esté basado en una estrecha cooperación con el COI en cuanto a transparencia, sostenibilidad, estructura y buena gobernanza. Además, según ha podido saber SportsIn, deberá tener en el boxeo olímpico su principal fin y para ello debe contar con el apoyo de las diferentes federaciones nacionales de boxeo. No es una tarea sencilla, pero sí la única posible para salvar al deporte y que no quede en el ostracismo, reducido a un círculo pequeño y engullido por otros deportes de contacto que están en auge y cuentan con una mejor infraestructura.