Tan Howe Liang, pionero del deporte en Singapur y el primer medallista olímpico del país, falleció el 3 de diciembre de 2024 a los 91 años. Su medalla de plata en halterofilia en los Juegos Juegos Olímpicos de Roma 1960 marcó un momento histórico para la nación, inspirando a generaciones y catalizando un enfoque nacional hacia el desarrollo deportivo.
La trayectoria de Tan hacia la gloria olímpica fue un ejemplo extraordinario de resiliencia. Nacido en Swatow, China, en 1933, emigró a Singapur a los cuatro años, donde creció en los modestos barrios de Chinatown. A los 14 años, perdió a su padre y tuvo que valerse por sí mismo, una tragedia que forjó su inquebrantable determinación. Antes de la muerte de su padre, Tan le prometió convertirse en uno de los hombres más fuertes del mundo, una promesa que alimentó su dedicación al levantamiento de pesas.
Inició su entrenamiento en 1952 con el Evergreen Weightlifting Party, y rápidamente demostró un talento excepcional. A pesar de las dificultades económicas, financió su formación trabajando en diversos oficios, desde estibador hasta electricista. En solo un año, se convirtió en campeón nacional de halterofilia de Singapur y, en 1958, batió el récord mundial en la modalidad de envión durante los Juegos de la Commonwealth.
JUEGOS OLÍMPICOS DE ROMA 1960
Su mayor logro llegó en 1960, cuando conquistó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Roma, soportando un intenso dolor físico para asegurar su lugar en la historia. Este triunfo no solo fue un logro personal, sino también un hito nacional, que posicionó a Singapur en el mapa deportivo mundial.
“Los logros de Tan Howe Liang inspiraron a muchas generaciones de singapurenses”, afirmó Grace Fu, presidenta del Consejo Olímpico Nacional de Singapur. “Representó los valores de un verdadero olímpico a través de su humildad, determinación y bondad”.
A pesar de su éxito histórico, el regreso de Tan a Singapur fue discreto, reflejando la limitada valoración del deporte en esa época. Sin embargo, su hazaña resonó en la comunidad deportiva local, demostrando que, incluso en condiciones económicas adversas, era posible alcanzar logros de clase mundial.
JUEGOS ASIÁTICOS DE 1964
Tan se retiró de la competencia en 1964 tras una destacada carrera que incluyó medallas de oro en los Juegos Asiáticos y los Juegos de la Commonwealth. Posteriormente, se dedicó a entrenar a las nuevas generaciones de halterófilos singapurenses. Además, exploró su pasión por la cocina y dirigió brevemente un restaurante especializado en cocina pekinesa.
Aunque la halterofilia perdió relevancia en Singapur durante la década de 1990, el legado de Tan perduró. Su éxito olímpico inspiró el Proyecto 0812, una iniciativa multimillonaria que puso fin a 48 años de sequía olímpica para Singapur, con una medalla de plata en Beijing 2008 y bronces en Londres 2012.
En 2016, Tan recibió el Diploma al Mérito del Comité Olímpico Internacional en reconocimiento a su contribución al deporte. Reflexionando sobre su pasión de toda la vida, declaró: “La halterofilia está en mi sangre. ¿Cómo podría dejarla?”
La vida de Tan Howe Liang fue un testimonio del poder de la perseverancia y un símbolo duradero de esperanza para los atletas de Singapur. Su icónica imagen levantando las pesas que cargaron los sueños de toda una nación quedará para siempre como parte de la historia deportiva del país.
Su legado, que continúa inspirando a quienes se atreven a soñar contra todo pronóstico, será siempre recordado.