Jenni Hermoso denuncia las «incontables presiones» tras el beso no consentido de Luis Rubiales
SportsIn
febrero 4, 2025

Este lunes 3 de febrero, Jennifer Hermoso declaró ante el juez en el caso contra Luis Rubiales por el beso no consentido tras la final del Mundial Femenino de 2023. La jugadora detalló cómo vivió el momento y las presiones que sufrió posteriormente para defender al expresidente de la RFEF. “Me sentí poco respetada”, afirmó durante su testimonio.

El proceso judicial se abrió después de que Hermoso denunciara públicamente que no había consentido el beso que Rubiales le dio en la entrega de medallas. A raíz de ello, la Fiscalía presentó cargos por agresión sexual y coacciones, en un caso que ha sacudido el fútbol español y el deporte mundial. “Sabía que me estaba besando mi jefe y eso no debe ocurrir en ningún ámbito”, subrayó la futbolista.

INDIGNACIÓN POR LA RESPUESTA DE RUBIALES

Uno de los momentos más tensos de la declaración llegó cuando se abordó la versión de Luis Rubiales, quien en su defensa afirmó que el beso había sido mutuo y que “a los dos nos gusta lo mismo”. Hermoso reaccionó con indignación ante esa afirmación, tachándola de “una excusa inaceptable con un aire de soberbia”. “Es increíble que intente justificar lo que pasó con ese comentario. Fue un abuso de poder y lo sabe”, añadió.

Además, la jugadora explicó que en el momento del beso se sintió bloqueada y sin capacidad de reaccionar. “No me lo esperaba, fue algo que simplemente pasó y yo no tuve ninguna opción. Me estaba besando mi jefe y eso no debe ocurrir. Me sentí poco respetada”, declaró.

PRESIONES TRAS EL INCIDENTE

En su testimonio, Hermoso denunció que sufrió “incontables presiones” para respaldar a Rubiales y suavizar la polémica. “Me pidieron que saliera a decir que había sido algo espontáneo y natural, pero yo no podía mentir”, confesó. También explicó que recibió llamadas y mensajes de personas vinculadas a la Federación para que cambiara su versión.

El impacto de estas presiones la llevó a sentirse desprotegida por parte de la RFEF. “Era un momento en el que yo solo quería disfrutar del Mundial, pero acabé envuelta en una situación que jamás debería haber ocurrido”, relató.

EL JUICIO Y SU REPERCUSIÓN

Rubiales enfrenta cargos que podrían traducirse en hasta dos años y medio de prisión, además de la inhabilitación para ejercer cargos en el fútbol. En paralelo, también están acusados de coacciones Jorge Vilda y otros miembros del equipo directivo de la RFEF, quienes habrían participado en la estrategia para forzar a Hermoso a respaldar públicamente a Rubiales.

El caso, que ha generado un enorme debate sobre el consentimiento y el abuso de poder en el deporte, sigue en marcha. “Yo solo quiero que esto no le pase a ninguna otra jugadora. No podemos normalizar estas conductas”, sentenció Hermoso, marcando así un antes y un después en la lucha por el respeto y la igualdad en el fútbol.

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