El juicio que ha conmocionado a Noruega y al mundo del atletismo ha dejado una profunda fractura en la familia Ingebrigtsen, conocida por su éxito en las pistas y su popularidad televisiva. Gjert Ingebrigtsen, padre y exentrenador de Jakob, Filip y Henrik, fue declarado culpable de agredir a su hija Ingrid con una toalla húmeda, aunque fue absuelto de otras acusaciones de abuso físico y psicológico.
El tribunal de Sandnes emitió su veredicto esta semana, condenando a Gjert a una pena suspendida de 15 días y al pago de 873 euros a su hija. Sin embargo, el fallo no parece haber acercado a las partes, y la reconciliación entre el padre y sus hijos parece lejana.
El incidente que marcó la ruptura
El conflicto que llevó a la familia a los tribunales comenzó en enero de 2022, cuando Gjert golpeó a Ingrid con una toalla húmeda tras una discusión en casa. Según el testimonio de Ingrid, el golpe le dejó una marca roja en la cara, que fue fotografiada por la esposa de Henrik, su hermano mayor. El tribunal consideró probado el incidente, apoyándose en las pruebas presentadas y en un mensaje de arrepentimiento enviado por Gjert al día siguiente.
Durante el juicio, Jakob e Ingrid también relataron episodios de abuso físico y psicológico que, según ellos, marcaron su infancia. Sin embargo, el tribunal desestimó varias de estas acusaciones al considerar que no había pruebas suficientes o que los recuerdos podían haber sido distorsionados con el tiempo.
Testimonios enfrentados en el juicio
Uno de los episodios más controvertidos fue el relato de Jakob sobre haber sido golpeado por su padre cuando tenía ocho años, tras recibir un informe negativo en la escuela. Filip respaldó esta versión, pero otro hermano, Martin, aseguró que Gjert solo le había sujetado contra la pared mientras le gritaba. El tribunal concluyó que las versiones eran contradictorias y que no se podía determinar la verdad con certeza.
Otras acusaciones, como la de haber sido derribado de su scooter y pateado en el estómago, fueron calificadas como «incomprensibles» por el tribunal, que señaló la falta de testigos que corroboraran estos hechos. Además, se rechazó la afirmación de que el hogar de los Ingebrigtsen estuviera caracterizado por un ambiente de miedo constante entre 2008 y 2018.
Las heridas siguen abiertas
Tras el veredicto, Gjert expresó su deseo de reconciliarse con sus hijos, según declaró su abogada, Heidi Reisvang. Sin embargo, la reacción de Jakob, quien publicó una foto de su hija en redes sociales con un mensaje cargado de ironía, sugiere que la relación familiar sigue siendo tensa.
El caso ha puesto en el foco mediático a una de las familias más exitosas y mediáticas del atletismo, conocida por la serie documental ‘Team Ingebrigtsen’, que mostraba su vida dentro y fuera de las pistas. Ahora, el futuro de esta familia parece tan incierto como su capacidad para superar las heridas abiertas por este juicio.