El todavía presidente del Comité Olímpico Internacional –COI-, Thomas Bach, se reunió este fin de semana en Roma con el Papa León XIV en un encuentro privado. Durante la reunión, ambos líderes subrayaron la importancia de los valores olímpicos de solidaridad y paz, y debatieron cómo fortalecerlos en un mundo cada vez más dividido.
El encuentro tuvo lugar en el marco del Jubileo del Deporte, un evento organizado por el Vaticano para celebrar la conexión entre el deporte y la fe, como parte de las celebraciones del Jubileo. La visita incluyó una misa especial en la Basílica de San Pedro y el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro.
Mensajes de paz desde los Juegos Olímpicos
Durante la reunión, Thomas Bach informó al Papa sobre el mensaje de paz emitido por los atletas antes del inicio de los Juegos Olímpicos de -París 2024-. Este mensaje, que unió a deportistas de todos los Comités Olímpicos Nacionales y del Equipo Olímpico de Refugiados, incluyó a atletas de países en conflicto como Ucrania, Rusia, Israel, Palestina, Irán y Yemen.
El presidente del COI destacó cómo los Juegos Olímpicos transmitieron un mensaje de esperanza y unidad al mundo, mostrando el poder del deporte para superar divisiones y promover la coexistencia pacífica.
El equipo de los refugiados
Otro de los temas tratados fue el trabajo del Equipo Olímpico de Refugiados y la Fundación Olímpica para Refugiados, que lleva los beneficios del deporte a campos de refugiados y centros de migración en todo el mundo. El Papa elogió estas iniciativas y destacó el papel del deporte como una «escuela de respeto y justicia», animando a los presentes a practicar estos valores y rechazar cualquier forma de violencia u opresión.
Inteligencia artificial
La inteligencia artificial también fue un tema central en la conversación. Thomas Bach explicó la estrategia del COI para aprovechar los beneficios de la IA mientras se preserva la dignidad humana. Subrayó la importancia de garantizar que los avances tecnológicos beneficien a todos, y no solo a unos pocos privilegiados, en línea con los valores de solidaridad del movimiento olímpico.
El Papa, por su parte, destacó que el deporte no es solo una cuestión de rendimiento físico, sino también un camino hacia la humanidad. «En una sociedad competitiva donde parece que solo los fuertes y los ganadores merecen vivir, el deporte nos enseña también a perder».