Los peligros del sueño olímpico o el trauma de París 2024 para la ‘desaparecida’ Mélanie de Jesus
Víctor García
junio 26, 2025

Mélanie de Jesus Dos Santos es o era, según se mire, una de las gimnastas más destacadas de Francia, de Europa y una de las que mayor proyección mundial tenía. Sin embargo, tras un traumático episodio en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde no logró superar la fase de clasificación, no ha vuelto a pisar un gimnasio. A sus 25 años, la cuatro veces campeona de Europa y medallista de bronce mundial por equipos en 2023 ha hablado por primera vez públicamente contando su nueva vida, la incertidumbre que la rodea y dejando claro la otra cara del deporte para quien sueña con triunfar en unos Juegos Olímpicos.

En gimnasia está el ejemplo más notorio de Simone Biles: de una retirada en Tokio por problemas de salud mental a deslumbrar en París. En el mismo deporte, Mélanie de Jesus Dos Santos y casi un año después de París 2024 -los JJOO de su casa-, ya puede decir «que estoy bien. He pasado página. Me tomé un tiempo en Martinica, participé en una gira en Estados Unidos con Simone Biles y viajé a Australia. La vida es bella”, declaró en una charla con ‘L’Équipe’ que se ha publicado este jueves.

La experiencia en París dejó una huella profunda en Mélanie, quien admite que la preparación para los Juegos fue complicada. “El equipo estaba devastado. Mentalmente estábamos agotadas. Yo necesitaba alejarme de la gimnasia, tomar distancia. Me sentía robotizada, como si me hubieran programado para ser la mejor gimnasta, pero no me conocía a mí misma”. Sus palabras invitan a reflexionar sobre los métodos de entrenamiento. También sobre cómo la frustración y la decepción se dibujan como los grandes enemigos para alguien que desde que se levanta y hasta que se acuesta sólo piensa en una medalla olímpica… Qué presión y qué enfoque tan equivocado para la salud mental.

«Quiero redescubrir quién soy»

Tras los Juegos, Mélanie decidió desconectarse del mundo de la gimnasia y centrarse en su bienestar. “Siempre he amado este deporte, pero mi pasión se había convertido en un trabajo. Ahora quiero redescubrir quién soy, con los valores que me inculcaron en mi educación”. No ha vuelto a entrenar en un gimnasio desde París, aunque sigue practicando deporte para mantenerse activa y cuidar su salud mental.

Mélanie no descarta regresar a la competición, pero asegura que lo hará solo si puede ser fiel a sí misma. “Si vuelvo, quiero hacerlo con mi verdadera personalidad, no con la que me construyeron. Quiero recuperar el placer y la confianza que perdí”. Sin embargo, también reconoce que su relación con la gimnasia ha cambiado: “No me veo como una gimnasta de alto nivel en este momento. Estoy disfrutando de la vida, haciendo lo que quiero, cuando quiero”.

«Quiero ser útil»

Actualmente, Mélanie está enfocada en proyectos personales, como promover la gimnasia en Martinica y trabajar con jóvenes gimnastas. “Quiero ser útil, organizar eventos y compartir momentos con los clubes y las nuevas generaciones”. Aunque ha recibido propuestas para unirse al circuito universitario en Estados Unidos, las ha rechazado debido a su deseo de evitar la presión de las competiciones en equipo.

Cómo debe estar aún Mélanie para, teniendo el talento que atesora y amando como ama la gimnasia, no sea capaz de aceptar un trabajo relacionado con competir en gimnasia. Tiene sólo 25 años y su cerebro aún se está recuperando del desgaste sufrido el pasado verano.

De la misma manera que Biles ha inspirado a millones de personas dentro y fuera del gimnasio por su decisión sobre cuidar su salud mental, a Mélanie de Jesus Dos Santos le ocurre lo mismo -sin ser tan mediática- y sus decisiones serán la referencia para las futuras generaciones. También para quienes tienen en sus manos a jóvenes que sueñan con una medalla olímpica, para tratar de compaginar ese deseo con la pasión y el disfrute, alejando la presión de la ecuación que hace tan peligroso perseguir un sueño olímpico.

Mucha suerte, Mélanie.

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