El espíritu de competición leal sufrió un revés en los Juegos Olímpicos de París 2024 cuando el judoca argelino Redouane Messaoud Dris fue descalificado por no pasar el pesaje antes de su combate contra el israelí Tohar Butbul. Dris, de 22 años, tenía previsto competir en la categoría de -73 kg, pero se comprobó que superaba el límite de peso, lo que provocó su eliminación del sorteo. Por consiguiente, Butbul pasó a la siguiente ronda por eliminación directa.
Mientras que la federación argelina de judo y el comité olímpico nacional guardan silencio sobre el asunto, el Comité Olímpico Israelí no se ha contenido, acusando a Dris de incumplir intencionadamente los requisitos de pesaje. «El competidor de Tohar se ha retirado de la competición», rezaba su comunicado. «La delegación israelí seguirá compitiendo teniendo en cuenta los valores olímpicos. Creemos que este tipo de comportamiento no tiene cabida en el mundo del deporte».
Este incidente se hace eco de un preocupante precedente establecido en los Juegos de Tokio 2021, donde otro judoka argelino, Fethi Nourine, fue sancionado durante 10 años por la Federación Internacional de Judo por retirarse de un combate contra Butbul. Estas acciones socavan los principios de deportividad y juego limpio que defienden los Juegos Olímpicos.