Quedan cerca de dos meses para el inicio de los Juegos Olímpicos (JJ.OO) París 2024 y las alarmas, dentro de la organización, comenzaron a encenderse. Esto debido a la seguridad y el estado del agua del río Sena, lugar donde se realizarán algunas pruebas acuáticas.
Francia ha elevado todas las alertas y protocolos ante posibles ataques terroristas y la llegada de miles de espectadores durante los JJ.OO. A las fuerzas de orden público se sumará personal de seguridad privada para resguardar a los deportistas y al público que asistirá al evento deportivo. El momento más delicado será la ceremonia de apertura, la cual contará con la presencia de todas las delegaciones, las que harán un recorrido a través del río Sena.
Pese a la seguridad de poder navegar a través del Sena en la ceremonia de apertura, el Presidente francés Emmanuel Macron, reveló la existencia de diferentes alternativas: “La ceremonia que planeamos es una primicia mundial. Podemos hacerlo y vamos a hacerlo (…) Pero tenemos planes B y planes C y los preparamos en paralelo”. Una de estas alternativas sería llevar la ceremonia a la plaza de Trocadero, a un costado de la Torre Eiffel.
El gobierno francés lanzó hace algunos días una plataforma de seguridad que se utilizará en París 2024, la que consta de un código QR que será enviado a quienes soliciten verificaciones administrativas y que será solicitado por las fuerzas de seguridad a todas las personas que quieran acceder a lugares cercanos de donde se esté realizando alguna competencia. Este sistema ya había sido mencionado por el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
Otra de las preocupaciones de la organización de París 2024 es el río Sena. Durante las últimas semanas se han sembrado las dudas acerca de la calidad del agua, las cuales no son sumergibles hace un siglo. Para estos Juegos Olímpicos están planeadas las pruebas de aguas abiertas y de triatlón.
Tras un estudio solicitado por la ONG Surfrider Foundation se detectaron concentraciones de bacteria E coli y enterococos, las que indican contaminaciones fecales en las aguas del Sena, esta presencia se encontraba de forma superior a los umbrales recomendados. Estas bacterias podrían afectar a los deportistas, los cuales estarían expuestos a sufrir enfermedades como gastroenteritis.
Las autoridades francesas han dicho que las depuraciones de las aguas servidas aún no han empezado a funcionar, añadiendo también que el “Plan de Saneamiento” está a punto de finalizar, el cual eliminará el 75% de la contaminación detectada.
La actual campeona olímpica de aguas abiertas, Ana Marcela Cunha, pidió un “plan B” y declaró lo siguiente: “No hubo ningún evento de prueba el año pasado debido a esto pero insisten en querer que los eventos se celebren ahí (…) Sena no está hecho para nadar (..) creo que la salud de los atletas está primero”.
La ONG ha solicitado a la organización seguir haciendo muestreos antes y durante los JJ.OO para tener una mayor certeza sobre el estado del agua.